Los corgis era la raza favorita de la reina Isabel y todas sus mascotas fueron descendientes de su perrita Susan, que le regalaron para su cumpleaños número 18.
Para la reina Isabel II, su pasión por los corgis se remonta a su infancia, a raza canina era sinónimo de la monarca, que murió el jueves a los 96 , y la sociedad entre ella y sus queridos perros comenzó mucho antes de que ella conociera y se casar con el príncipe Felipe o incluso se convirtiera en reina.
Y aunque los perros han sido parte de la familia real desde al menos los días de la reina Victoria, el vínculo de la reina con los corgis era algo completamente singular.
Esa raza es una de las más antiguas de Gran Bretaña
De hecho, la realeza amaba tanto a sus perros que creó su propia raza híbrida con su hermana, la princesa Margarita, en la década de 1970 llamada «dorgi», un cruce entre un perro salchicha y un corgi.
Su obsesión con el perro pastor de ganado se remonta a 1933, cuando la princesa, que entonces tenía 7 años, solicitó específicamente un corgi galés de Pembroke después de conocer a la mascota de su amiga.
No se sabe exactamente por qué la joven princesa se sintió tan atraída por la raza, aunque los miembros de la familia real le dijeron a la prensa que los disfrutaba por su energía y espíritu.
Los perros vivaces se criaron principalmente en Gales en ese momento y todavía eran bastante poco comunes en Inglaterra, pero su padre, el rey Jorge VI, que también era un amante de los perros, encontró un criador para el cachorro.
Aseguran que la Reina daba ordenes para que sirviera cena a todos los perros las 8:00 PM todas las noches, comidas preparadas por un chef, como filete y pechuga de pollo, que eran dignas de un rey o una reina.
Isabel II deja cuatro perros, incluidos dos corgis, un dorgi llamado Candy y un cocker spaniel llamado Lissy. Sin duda, los cachorros también están de duelo por su pérdida.
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