Las propiedades valen desde 300 mil hasta más de 12 millones de dólares
La Perla es uno de los cientos de proyectos de la principal constructora qatarí United Development Company. La isla se construyó dentro del mar y se ocuparon alrededor de 4 millones de metros cuadrados que se adaptaron para su edificación. Es el primer complejo que permitió la adquisición de propiedades a expatriados en Qatar y costear una de estas cuesta desde 300 mil hasta más de 12 millones de dólares si se busca una villa de cinco habitaciones con vista al mar.
Alrededor de 15 millones de turistas arriban anualmente a La Perla, isla que adquirió su nombre debido a su vista cenital desde la que parece una perla. Para 2022 ya cuenta con 25 mil unidades residenciales y con una población de 33 mil habitantes, así como con todo tipo de amenidades desde restaurantes y centros comerciales, hasta bares, cines y establecimientos lúdicos.
De acuerdo con José Carlos Cueto, enviado especial de la BBC a Qatar, y quien realizó la investigación sociodemográfica de dicha isla, uno de los centros neurálgicos de la Perla es la marina de Porto Arabia, diseñada con motivos árabes, en contraste con otras zonas del complejo que cuentan con plazas de estilo español y canales y edificios tipo venecianos.
Un centro multicultural dentro de un país con múltiples restricciones
Son cientas las nacionalidades de los residentes que conviven dentro de La Perla, quienes se encuentran aislados de las diversas restricciones que tiene Qatar, ya que, hasta hace un tiempo, La Perla albergaba a la comunidad de expatriados, en su mayoría de países occidentales, que fueron atraídos a Qatar por sus comodidades.
«Cada vez llegan más qataríes. Aquí hay propiedades que pertenecen a la familia real», comentó la familia inglesa-escocesa Tulley a la BBC. Señalaron que, fuera del complejo, algunos comportamientos ajenos a los qataríes como la forma de vestir han provocado diversos problemas por sus costumbres conservadoras, cosa que cambia dentro de La Perla donde, a pesar de que muchos oriundos de Qatar se han asentado ahí, las restricciones son mucho más ligeras.
Se pueden ver a grupos de jóvenes sauditas que van cubiertas pero que a los minutos se descubren el pelo en su totalidad. Pueden pasear tranquilamente con minifaldas por la zona con la mayor concentración de hoteles y bares donde sí se sirve alcohol sin que se les llame la atención.
En La Perla, no se resienten los problemas globales como la pandemia o la guerra en Ucrania. «Si Qatar es una burbuja dentro del mundo, La Perla es una especie de burbuja dentro de Qatar”. “Es un oasis al respecto…”, mencionan algunos de los habitantes que llegaron para quedarse.