Lo anunció al Alto Comisionado para los Derechos Humanos que calificó de «profundamente inquietante» que Israel no haya abierto una investigación judicial.
La periodista palestino-estadounidense llevaba un chaleco antibalas con la palabra «prensa» estampada y un casco, pero la bala le alcanzó justo debajo de este.
Se encontraba en las inmediaciones del campamento de refugiados de Yenín, bastión de las facciones armadas palestinas donde las fuerzas israelíes realizaban una incursión.
«La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sigue instando a las autoridades israelíes a que inicien una investigación penal sobre la muerte de Abu Akleh y sobre todas las demás muertes o lesiones graves cometidas por las fuerzas israelíes en Cisjordania y en el marco de las operaciones de mantenimiento del orden en Gaza«.
«Las normas internacionales de derechos humanos exigen una investigación rápida, exhaustiva, transparente, independiente e imparcial de todo uso de la fuerza que cause la muerte o lesiones graves. Los autores deben rendir cuentas», subrayó Shamdasani.
«De conformidad con nuestra metodología mundial de vigilancia de los derechos humanos, nuestra oficina inspeccionó material fotográfico, video y audio. También visitó el lugar, consultó a expertos, examinó las comunicaciones oficiales y entrevistó a testigos«, señaló la vocera de la ONU.
«Nuestras conclusiones indican que no se hizo ninguna advertencia y que no hubo tiroteos indiscriminados en ese momento y lugar», destacó Shamdasani, indicando que los periodistas llevaban equipos de protección claramente marcados.
Fueron las fuerzas israelíes las que lanzaron varias ráfagas de disparos, señaló.