La lluvia ha ayudado a sofocar los incendios forestales en la ciudad de Imabari, en la prefectura occidental japonesa de Ehime.
En la zona han caído las primeras precipitaciones desde que comenzaron los incendios el domingo. El viernes por la mañana se veían charcos de agua en las calles y carreteras cercanas a las edificaciones dañadas por el fuego.
Funcionarios de la central de respuesta a catástrofes de la ciudad afirman que el viernes por la mañana no se había confirmado la existencia de fuego o humo alrededor de la zona de incendios. Sin embargo, dicen que estos no se han extinguido del todo, ya que los reconocimientos aéreos con drones detectaron múltiples focos de calor.
Hasta las 2:30 p. m. del jueves se había quemado una superficie de unas 442 hectáreas, y un total de 21 estructuras, entre casas y depósitos, han resultado dañadas.
El alcalde de Imabari, Tokunaga Shigeki, declaró el jueves en una reunión de respuesta a la catástrofe que la propagación de los incendios había sido controlada.
La ciudad ha emitido órdenes de evacuación para casi 6.000 personas.
