El ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, informó este jueves que unas 300.000 gallinas tuvieron que ser sacrificadas por el riesgo a contagiarse; el resto murió por la enfermedad.

“A raíz de la gripe aviar que atacó en Cochabamba hemos sufrido una pérdida de 578.833 gallinas. La pérdida ascendió a un 6% a nivel nacional y no debería afectar al normal abastecimiento de huevo en la población. Es una pérdida coyuntural que rápidamente se debería solucionar”, explicó en conferencia de prensa.

Indicó también, que, desde el 30 de marzo pasado, no se reportaron más casos de gripe aviar en Cochabamba, por lo que exhortó a las granjas a normalizar su producción y abastecimiento.

Gripe aviar en Bolivia

La gripe aviar apareció en el país a finales de enero pasado.  El 28 de enero se detectó el primer caso en una granja avícola en Sacaba, Cochabamba. Ante ello, el Gobierno activó el sistema nacional de emergencia para contener la enfermedad.

En Cochabamba se detectaron más de 22 focos de gripe aviar en seis municipios: Cliza, Sacaba, Mizque, Tiquipaya, Quillacollo y Capinota. Además de Cochabamba, se reportó una granja afectada en Cotagaita, Potosí.

Las autoridades manejaron la hipótesis de que la enfermedad se diseminó en algunas aves de granja y de traspatio a raíz de la migración de aves silvestres desde el hemisferio norte.

Para frenar la expansión del virus, el Gobierno gestionó la llegada de más de 10 millones de vacunas que se aplicaron, sobre todo, a las gallinas ponedoras. Además, ejecutó un plan de contingencia con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).