Según la plataforma científica MapBiomas, la deforestación registrada en Brasil en 2022, último año de gobierno de Jair Bolsonaro, aumentó 22,3% en comparación con 2021. En total, la devastación incluyó un territorio de 20.576 km2, similar a la provincia de Tucumán.
De acuerdo con la cifra de MapBiomas detectada por satélite, la actividad agropecuaria representó el 96% de la destrucción, sobre la actividad específicamente maderera y la minería. Los buscadores y mineros de oro ilegales representan el 0,28% y el 0,05%, respectivamente.
Las reservas indígenas fueron los lugares donde más se preservó el medioambiente, ya que ocurrió allí el 1,4% de toda la deforestación de 2022. Por otra parte, MapBiomas indicó que el 91% de toda la tala se registró en las regiones de los biomas Amazonía y Cerrado (la sabana brasileña).
MapBiomas también advirtió que, en los últimos cuatro años, desde que comenzó a divulgar informes anuales de deforestación, Brasil perdió unos 66.000 km2 de cobertura vegetal, lo que sería equivalente a la mitad de la provincia de Santa Fe.
La Amazonía brasileña perdió 21 árboles por segundo durante 2022 o 5.128 canchas de fútbol diarias. La caatinga (el bosque seco más grande de Sudamérica), la pampa gaucha y el Pantanal (el humedal más grande del mundo) también registraron aumentos en la deforestación.