Este sigue siendo uno de los métodos más frecuentes para deshacerse de los roedores
West Hollywood, distrito de Los Ángeles, se ha convertido en la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir las trampas de pegamento para ratones. El Ayuntamiento votó la medida por unanimidad.
Estas trampas son bandejas revestidas de un adhesivo en el que los roedores quedan atrapados al entrar en contacto con ellas. Al no poder escapar, entran en pánico y forcejean hasta el punto de automutilarse. Su muerte es prolongada y dolorosa y puede tardar días en llegar. El fallecimiento puede producirse por desangramiento, asfixia, hambre, sed o aplastamientos cuando un humano lanza las trampas a la basura con los animales aún vivos.
La organización PETA ha mediado con el Ayuntamiento de West Hollywood para plantear la prohibición de las trampas de pegamento. La ciudad se ha convertido en pionera en esta medida y los activistas instan a otras capitales a hacer lo mismo.
Además de ser letales para los ratones, las trampas de pegamento también atrapan a un gran número de animales para los que no estaban destinadas, como insectos, aves, serpientes, lagartos… En Estados Unidos, ya se ha alertado sobre los peligros del uso de estas trampas para los propios humanos, ya que aumentan la exposición de estos a enfermedades. Sin embargo, su venta es habitual en este y otros países, como en España.
Para alejar a los ratones de propiedades privadas, existen otros métodos sin crueldad, como incrementar la limpieza o dejar bolas de algodón empapadas de amoniaco cerca de donde se hayan observado nidos o excrementos de roedores. Estas ahuyentarán a los pequeños mamíferos debido al olor. Otra opción son las jaulas trampa, que permiten atrapar al animal sin dolor y dejarlo en el exterior ileso, aunque estas deben ser revisadas con frecuencia para que el roedor no se estrese demasiado o no se deshidrate.