En medio de la oscuridad y el bosque, se convirtió en heroína al buscar ayuda para sus familiares en la carretera Apolo-Mapiri
Cinco componentes de una familia se embarrancaron más de 100 metros de profundidad, el pasado miércoles, en una vagoneta Toyota Rav 4 plateada, en la carretera Apolo-Mapiri, en el departamento de La Paz.
Viajaban a ver un pastizal, pero infelizmente sufrieron el accidente en el sector de Vilaque y después de varios vuelcos de campana, cayeron al fondo del barranco.
Ramiro Oliver, su esposa Norah, el hermano de Norah, otro acompañante y Kiara, una niña de siete años, estaban en el vehículo. Todos mal heridos, dos de gravedad. Ramiro, totalmente golpeado, quería ayudar, pero no tuvo la suficiente fuerza.
En ese momento es que Kiara, al ver a sus padres y familiares totalmente golpeados, con heridas y ensangrentados, es que dice: “yo voy a ayudar a mis papás, yo iré a pedir auxilio”.
Así, cuando era más o menos las 21:00, en una noche oscura y mucho más por las malezas del lugar boscoso, la niña se anima a escalar los más de 100 metros hasta la carretera a pedir ayuda.
Kiara trepó como pudo, agarrándose de las yerbas. Con el riesgo de toparse con víboras o cualquier animal del lugar, la niña logró su objetivo. Llegó a la carretera y así, sola, se para en la vía esperando que aparezca cualquier vehículo para pedir socorro.
Cuando apareció un carro, ella lo hizo parar con su mano. “Niña qué haces solita a estas horas en la carretera”, le dice un conductor que para al verla. Ella inmediatamente respondió: “señor, mis papás están ahí en el fondo, nos volcamos, por favor ayúdenme a sacarlos…”.
De esa manera es que se movilizan y felizmente comunarios del lugar también proceden a socorrerlos.
Ramiro, quien tiene más de ocho vidas, porque pasó por muchas desgracias, hoy está internado en el Centro de Salud de Apolo recibiendo atención. Este lunes será evacuado a La Paz en el vuelo programado para esta fecha. Dos pasajeros ya fueron llevados a la sede de Gobierno para recibir atención especializada por la gravedad de sus heridas.