—A la fecha, ¿cuántos operativos viene realizando la Aduana?

—Estamos en más de 7.300 operativos realizados a nivel nacional, que incluyen allanamientos que se hacen también a los depósitos donde se acumula el contrabando. Estamos con un crecimiento del 16% en cuanto a los operativos de contrabando, con relación a la gestión 2021. En lo que va de la gestión 2022 hasta la fecha tenemos comisados 415 millones de bolivianos que refieren principalmente en los rubros de vehículos indocumentados, línea blanca (electrodomésticos) y la línea negra (equipos de música, televisores, DVD), ropa nueva, calzados, ropa usada y los alimentos como granos, harina, bebidas alcohólicas, entre cerveza, vino y licores.

—En cuanto a la recaudación, ¿a cuánto llega hasta la fecha?

—A la fecha (16 de agosto) llevamos Bs 9.717 millones recaudados. Esta recaudación va directamente al Tesoro General de la Nación. La Aduana sostiene el 30% de los gastos que tiene el Estado en el país junto con el Servicio de Impuestos Nacionales. Estamos muy contentos porque si comparamos con la gestión 2019 —un año por decir normal—, estamos con un crecimiento bastante alto del 6,7%, porque en ese año a estas fechas se había recaudado la suma de Bs 8.800 millones.

—¿Cómo se manejan las denuncias sobre el ingreso de mercadería ilegal?

—Nosotros (como Aduana) manejamos estas denuncias a través de un sistema que protege la identidad de las personas, porque sabemos que estos clanes muchas veces pueden ejercer algún tipo de venganza. Somos muy cuidadosos en el tema de resguardar los nombres de los denunciantes. El año pasado, la Aduana Nacional ha pagado cerca de 3 millones de bolivianos de recompensa a las personas que han denunciado y este año ya se está alcanzando los 2 millones, que estamos entregando en este tipo de recompensas. Entregamos el 10% en efectivo, cuando se trata de una denuncia de productos que son ilegales como ser ropa usada, bebidas alcohólicas, cigarrillos y autos indocumentados. Si es una denuncia de otra mercancía, que no está dentro de sus productos ilegales, entregamos el 20%, pero en productos. Y si se trata de la denuncia de una comunidad, le damos el 40%.

—¿Existen procesos por delitos aduaneros?

—Nosotros, en comparación con las gestiones anteriores, somos la Aduana que tiene datos más altos respecto al tema de las personas que han sido procesadas. Desde mi ingreso a la Aduana Nacional (diciembre de 2020) se ha detenido a 102 personas y muchas de ellas ya están con los procesos orales. Tenemos 108 sentenciados y se tienen 624 causas abiertas en procesos de contrabando penal.

—¿Dónde se dan más los operativos que realiza la Aduana?

—Los operativos, regularmente se dan en las áreas de frontera, ahí nosotros trabajamos de la mano con el Ejército, el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, porque son ellos quienes tienen la atribución del uso de armas. Nosotros, al ser civiles, acompañamos con toda la logística, prestamos vehículos, gasolina, llantas, entre otros. Por ejemplo, en el Plan del Sur hemos incorporado bastantes drones para que hagan vigilancia en estas rutas alternas que están cerca de la frontera. Hemos llevado también videoscopio para ver qué tienen en el fondo los buses y los camiones, porque muchas veces los camiones tienen mercancía legal por encima, pero al fondo está la mercancía que intenta ingresar sin documentos, sin pago de tributos. Llevamos teléfonos satelitales para que también nuestra gente pueda pedir ayuda y comunicar a sus compañeros que se encuentran en otras rutas y dar el aviso que por esas rutas están ingresando estos camiones con mercadería ilegal.

—¿Cómo se está trabajando con los pasos ilegales?

—En realidad, la frontera le corresponde al Ejército y su resguardo hasta los 50 kilómetros (de la línea fronteriza). Nosotros vemos en las fronteras el paso ilegal al menudeo. Son pequeñas cantidades de mercancía que ingresan todo el día por parte los bagalleros, que son grupos organizados que están en Villazón, Yacuiba y Bermejo. Entonces ahí se produce un acopio y un traslado de país a país en pequeñas cantidades. Esto se acopia en grandes almacenes y esta mercancía se sube a los camiones.

Nosotros atacamos comisando esa mercadería, pero meternos a una frontera o a los pasos ilegales generaría fallecimiento de personas, tanto de militares como de los bagalleros o de las personas que están ingresando esta mercancía. Nosotros no generamos violencia, entendemos que muchos de esos bagalleros también trabajan dentro de los regímenes que tiene la Aduana.

—A la fecha, ¿cuánta mercadería comisada fue inutilizada?

—A la fecha, hemos inutilizado más de 7.000 toneladas de productos y el año pasado se ha inutilizado 14.000 toneladas. Se dice inutilizadas cuando las vamos a destruir, estamos hablando de comiso de mercancías que destruimos, por ejemplo el tabaco y las bebidas alcohólicas, a no ser que se tenga un convenio para que el líquido se lo convierta en compost. Se destruye también aquellos alimentos que no han sido certificados por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), ya que no están aptos para el consumo, por ejemplo mortadelas, galletas, refrescos que fueron soleados. Si el Senasag nos certifica esos alimentos, nosotros los donamos; pero si no lo hace, se va a la inutilización.

—¿Qué se hace con los otros productos comisados?

—La disposición de la mercancía que se encuentra en la Ley 615 nos da tres formas de disponer. La primera es la donación que se hace a través del Ministerio de la Presidencia. Nosotros enviamos todos los lotes comisados a través de un sistema y el Ministerio de la Presidencia hace la respectiva donación, ya sea a los geriátricos, damnificados —incendios, heladas y sequías—. La segunda es cuando no se ha donado y vuelve a la Aduana para que se los lleve a una subasta pública a través de nuestra página web. El año pasado hemos tenido un ingreso de 137 millones de bolivianos por este tipo de disposición.

Finalmente, tenemos la subasta ecológica, referido a aquella mercancía ilegal que se la puede subastar pero destruida. Por ejemplo la ropa usada. Primero la inutilizamos y luego la vendemos en una puja para el relleno de colchones y sillones, entre otros. Hay también los vehículos que no han sido donados y están inhabilitados, esos vehículos los partimos en dos y los llevamos para que se los venda como chatarra.

PERFIL

Nombre: Karina Liliana Serrudo Miranda

Profesión: Abogada

Cargo: Presidenta AN

TRAYECTORIA PROFESIONAL

Licenciada en Derecho. Cursó una maestría en Gestión Gubernamental y Administración Pública. Cuenta con una especialidad en Pedagogía y Liderazgo, Análisis de la Realidad y Fortalecimiento Organizacional. También tiene diplomados en Gestión Tributaria y Derecho Administrativo, entre otros estudios.