Las lluvias en Pakistán han traído consigo enfermedades como diarrea e infecciones en la piel, destacan especialistas.
Las autoridades de Pakistán se mostraron preocupadas este miércoles por la propagación de enfermedades transmitidas por el agua entre las miles de víctimas de las inundaciones, mientras las crecidas causadas por los potentes aguaceros del monzón comenzaban a remitir en muchas partes del país.
Las masivas inundaciones causadas por las lluvias caídas desde mediados de junio han causado al menos mil 162 fallecidos, un fenómeno que especialistas achacan al cambio climático.
Algunos médicos dijeron que, aunque en un primer momento trataban sobre todo a pacientes traumatizados por las inundaciones, ahora están atendiendo a personas que se quejan de diarrea, infecciones en la piel y otras dolencias que se transmiten por el agua en las zonas más afectadas.
Esto ha obligado al gobierno a movilizar a más equipos médicos y a enviar medicamentos, además de agua potable, a los sobrevivientes, muchos de los cuales viven en tiendas de campaña o en casas improvisadas.
El doctor Azra Fazal Pechuho, ministro de Salud en la provincia más afectada, Sindh, indicó que las autoridades han habilitado 4 mil 210 campamentos médicos en las zonas de la región que sufrieron crecidas para tratar a las víctimas, que ahora presentan enfermedades de la piel y transmitidas por el agua, que son comunes en este tipo de desastres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a ayudar a las autoridades paquistaníes en sus esfuerzos por atender a los heridos por las lluvias y las crecidas. La agencia de salud de la ONU explicó en un comunicado que estaba trabajando para incrementar el seguimiento de los casos de diarrea aguda, cólera y otras enfermedades transmisibles para evitar su propagación. Además, proporciona medicamentos y material médico a las instalaciones médicas, agregó.
Las autoridades paquistaníes, respaldadas por el ejército, rescatistas y voluntarios, se han esforzado por evacuar a las personas atrapadas a zonas seguras. El miércoles, los helicópteros militares seguían evacuando a los afectados y repartiendo comida en regiones remotas, según un comunicado del ejército, que añadió que desplegó al menos 6 mil 500 soldados para colaborar en las operaciones de rescate y ayuda.