Inflación en Estados Unidos: la teoría de la especulación y los temores del mercado

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Los precios al consumidor subieron más del 8% en un año, el mayor índice en 4 décadas. ¿Codicia de las empresas?

Como los precios aumentan en Estados Unidos más rápido que en cualquier otro momento en cuatro décadas, los legisladores buscan explicaciones. En los últimos meses, algunos demócratas apuntan a un nuevo culpable: el aumento especulativo de los precios.

La idea es que las grandes empresas aprovechan la inflación -que ya alcanzó el 8,6% anual- para subir los precios más de lo necesario. La Casa Blanca respalda este planteo y los demócratas del Congreso han presentado proyectos de ley para combatir el aumento especulativo de los precios. Los defensores de esta teoría han creado un término pegadizo para esto: «greedflation» (inflación por codicia).

Para los demócratas, es una explicación conveniente, en tanto la inflación pone a los votantes en contra del presidente Joe Biden. Permite a los demócratas desviar la culpa de su ley de ayuda para la pandemia, el Plan de Rescate Estadounidense, que, según los expertos, contribuyó al aumento de los precios. Y les permite presentar la inflación como algo que es culpa de las corporaciones monopólicas contra las que los progresistas despotrican desde hace mucho.

No todos los progresistas están de acuerdo. Jason Furman, economista que trabajó para el presidente Barack Obama, dijo que la codicia no era un factor importante en el aumento de la inflación. Señaló que poner el foco en el aumento especulativo de los precios distraía de las verdaderas causas y soluciones.

Pero la Casa Blanca y otros legisladores toman en serio la teoría. Por ello, quiero analizar los argumentos a favor y en contra de la idea de que la inflación por avaricia impulsa el aumento de los precios.

La inflación en Estados Unidos, la mayor en 40 años. /AFPLa inflación en Estados Unidos, la mayor en 40 años. /AFP

La teoría de la avaricia

Así es como ve las cosas el bando de la greedflation: la inflación subió primero por otros factores, como el Covid-19 y las leyes de estímulo económico.

Pero las empresas subieron los precios más de lo necesario para obtener mayores ganancias. Sabían que podían salirse con la suya porque los consumidores ya no tenían un punto de referencia sobre lo que debían ser los precios. Y no se enfrentaron a una competencia suficiente para mantener los precios bajos.

Los defensores de la teoría no afirman que las empresas se hayan vuelto repentinamente más codiciosas o monopólicas. Desde hace décadas, las ganancias de las empresas aumentan más rápido que el crecimiento económico y sectores importantes de la economía, como el comercio minorista y las finanzas, se han concentrado más en manos de unos pocos.

Pero la inflación da a las empresas codiciosas y monopólicas la oportunidad de aprovecharse, dijo Lindsay Owens, directora ejecutiva de la organización de izquierda Groundwork Collaborative. El lucro «es un acelerador del aumento de precios», señaló. «No es la causa principal».

Owens hizo referencia a lo que las empresas han dicho en las conferencias telefónicas sobre ganancias en el último año. Un ejecutivo de Tyson Foods afirmó que los aumentos en el precio de la carne vacuna no sólo cubrían la inflación, sino que «compensaban con creces» el aumento de los costos.

El CEO de Visa declaró: «Históricamente, la inflación ha sido positiva para nosotros». La organización de Owens recopiló una lista de comentarios similares de otras empresas.

Los representantes de Tyson y Visa dijeron que Groundwork había presentado de forma equivocada los comentarios de los ejecutivos y los había sacado de contexto.

La carne de vaca, uno de los productos que más aumentaron en Estados Unidos. Foto: REUTERSLa carne de vaca, uno de los productos que más aumentaron en Estados Unidos. Foto: REUTERS

Por lo menos, muchas empresas no han sufrido un gran impacto por la inflación. Los márgenes de ganancias de más de 2.000 empresas que cotizan en bolsa el año pasado «aumentaron muy por encima del promedio anterior a la pandemia», según un análisis de The New York Times.

Otras visiones

No se necesita un aumento especulativo de los precios para explicar la inflación, y hay otras explicaciones más aceptadas, dijo Furman.

El Covid-19 afectó las cadenas de suministro en todo el mundo. La invasión rusa de Ucrania provocó otra ola de perturbaciones, sobre todo en los alimentos y la energía.

Las leyes de estímulo dejaron a la gente con mucho dinero adicional y muchos estadounidenses lo gastaron. Esto provocó una demanda excesiva para una oferta demasiado escasa, por lo que los precios aumentaron.

Los acontecimientos más recientes también han debilitado la teoría de la inflación por avaricia. La inflación se ha mantenido alta: 8,6% en el último año, según un informe federal publicado la semana pasada. Pero el mercado bursátil se ha desplomado; el S&P 500 se situó más de un 20% por debajo de su máximo de enero tras una fuerte caída el lunes.

Y las conferencias telefónicas para informar ganancias han decepcionado a los inversores en lo que va de año. Si la búsqueda de ganancias generara más inflación, no se esperaría ver eso.

Los precios de los combustibles, entre los que más subieron en Estados Unidos, como el resto del mundo. Foto: REUTERSLos precios de los combustibles, entre los que más subieron en Estados Unidos, como el resto del mundo. Foto: REUTERS

Los indicadores económicos permitirán someter a prueba este planteo en el futuro: si las ganancias caen mientras la inflación sigue siendo alta, entonces es probable que la codicia no sea una causa importante del aumento de los precios.

La teoría de la greedflation también depende de que las grandes empresas aprovechen su enorme poder de mercado para subir los precios más de lo que debería ser posible en una economía verdaderamente competitiva.

Pero en algunos mercados concentrados, eso no ha ocurrido: los hospitales están sumamente fusionados y, sin embargo, los precios de la sanidad han subido más lentamente que la inflación general en el último año.

Los precios de la sanidad son históricamente inusuales; durante la mayor parte de las últimas décadas, han subido más rápidamente que la inflación. Pero su reciente desaceleración relativa indicaría que, si la greedflation es real, no es un factor importante en todos los sectores de la economía.

Conclusión final: el aumento especulativo de los precios podría estar llevando a que estos suban en algunos lugares, pero no es universal.

Tampoco está claro qué significa el argumento de los progresistas. Los proyectos de ley contra el aumento especulativo de los precios presentados en el Congreso fueron criticados por ser poco prácticos o incluso contraproducentes. Una mejor aplicación de las leyes antimonopolio -para desarticular o impedir la creación de empresas monopólicas- podría ayudar, pero sólo a largo plazo. Si bien la inflación por codicia explica algunos de los problemas actuales, no ofrece una salida clara.


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