Imogen Lennon, una niña australiana de cinco años, murió tras atragantarse con un snack mientras merendaba en el asiento trasero del auto de su madre. El hecho ocurrió el pasado 16 de enero, en la ciudad de Canowindra, estado australiano de Gales del Sur, cuando la pequeña regresaba a su casa luego de sus clases de natación.
La niña se había subido al auto de su mamá, Samantha Pauline-Lennon, al finalizar su clase de natación. Entonces, la mujer le dio a su hija una salchicha para que comiera. Ese alimento era el preferido de Imogen, y lo que consumía siempre después de hacer ejercicios.
La niña charlaba divertida con su mamá en su viaje, hasta que se atoró con lo que estaba comiendo y empezó a mostrar signos de que no podía respirar. Samantha se desesperó e hizo todo lo posible por aliviar la situación de su hija, pero los intentos no dieron frutos.
La mujer llamó a una ambulancia y recibió también la colaboración de un hombre que pasaba por el lugar. Finalmente, como el servicio de emergencias tardaba, ella mismo llevó, en medio de la desesperación, a la pequeña al hospital. Pero lamentablemente, la niña falleció poco después.
“Imogen fue la luz de nuestra vida: atrevida, risueña, feliz, cariñosa y valiente”, dijo la mamá de la niña al medio australiano 7News. “Ella estaba emocionada porque iba a comenzar la escuela, porque quería ser veterinaria para poder ayudar a los animales”, añadió su mamá, completamente devastada por la pérdida, al igual que el padre de Imogen, Bill Lennon y sus otros tres hijos: Hayden, Bailey y Tamzin.
“Darle sentido a una pérdida tan trágica que ocurrió de esa manera es inconcebible. No hay palabras que puedan describir con precisión cuán destrozada está la familia de Imogen. Es imposible imaginar la vida sin ella”, escribió Tamara Harrison, amiga de la mamá de Imogen, en la plataforma GoFundMe donde abrió una cuenta para ayudar a la familia Lennon con los gastos del funeral.
Recomendaciones para evitar muertes por asfixia
News 7 recoge el testimonio de una paramédica australiana llamada Nikki Jurcutz, que es ejecutiva de Tiny Hearts Education, y que asegura que los “hot dogs” o panchos causan más muertes por asfixia que cualquier otro alimento. “Si tuviera que diseñar un tapón perfecto para las vías respiratorias de un niño, no podría hacerlo mucho mejor que un ‘perro caliente’”, expresó la paramédica en un video en su cuenta de Instagram.