Gracias a previos proyectos ambientalistas, iguanas terrestres han nacido en las islas galápagos después de dos siglo.
Después de casi dos siglos, los expertos detectaron el nacimiento de iguanas terrestres en la isla de Galápagos.
Esta especie se está reproduciendo exitosamente, logrando un gran paso para el medio ambiente.
Iguanas terrestres nacen en las islas galápagos
Luego de casi 200 años del registro de Charles Darwin, se ha registrado que las iguanas se reproducen de nuevo y de forma natural en Santiago, una de las islas más grandes del archipiélago.
Esta isla es una de las más grandes en Ecuador, y alberga muchas especies de animales; tal y como la Conolophus subcristatus, una iguana terrestre de gran importancia ecológica.
Hace 3 años, los investigadores introdujeron 3,143 de estos especímenes para restaurar el ecosistema de la isla galápagos.
Hoy, después de mucho tiempo, se han encontrado diversos ejemplares de diferentes edades de esta especie, en un perímetro de aproximadamente 36 kilómetros cuadrados.
Como parte del estudio, las iguanas fueron evaluadas físicamente, se tomaron medidas de peso y talla, y los nuevos individuos fueron marcados para identificarlos en un futuro.
Después de exactamente 187 años se ha vuelto a presenciar una población saludable de iguanas terrestres, tanto adultos como juveniles y neonatos en la isla Santiago.
Beneficios de la reproducción saludable de las iguanas terrestres
Esto es un gran logro para la conservación de las especies y da esperanzas de que espacios como las islas puedan ser restaurados.
«La isla comienza a mostrar cambios positivos ya que estas han abierto caminos, removido tierra y dispersado semillas», explicó el responsable de la expedición.
Además, se han visto cambios en la dinámica poblacional y mayor disponibilidad de alimento para otras especies endémicas, como los gavilanes.
Otra de las investigaciones que ha tenido éxito en la isla Santiago, es la del «Proyecto Isabela» que inició en 2002 para la erradicación de cabras y cerdos.
Como resultado, con el pasar de los años, el ecosistema se empezó a recuperar y ofreció las condiciones necesarias para albergar una población de iguanas terrestres; la misma que se consideraba extinta en ese espacio.