Arana afirmó que el pueblo pide respeto de la vida y una convivencia en paz y no amenazas, no grupos de choques ni confrontaciones que solo deja enfrentamientos entre hermanos, heridos y muertos.
A un mes del paro indefinido de Santa Cruz por la demanda del censo 2023, la Iglesia católica insistió a las autoridades del Gobierno a solucionar los conflictos que aquejan al país, dejando de lado los colores políticos.
“Insistiendo como Iglesia a que los conflictos sociales por los cuales está atravesando nuestro país encuentren pronta solución, que nuestras autoridades asuman responsabilidades más allá de ideologías y posicionamientos políticos. Recuerden que fueron elegidas como autoridades para que, entre otras cosas, garanticen una convivencia pacífica entre bolivianos”, manifestó monseñor Giovani Arana, obispo de El Alto y secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
Este lunes la Cámara de Diputados debatirá el proyecto de ley del censo, hecho que es esperado por los dirigentes cívicos cruceños para decidir si se levanta la medida de presión. El gobernador Luis Fernando Camacho dijo que la decisión de levantar el paro está en manos del presidente del Comité Interinstitucional, Vicente Cuéllar.
En ese contexto, Arana afirmó que el pueblo pide respeto de la vida y una convivencia en paz y no amenazas, no grupos de choques ni confrontaciones que solo deja enfrentamientos entre hermanos, heridos y muertos.
“Dios quiere que nuestros gobiernos respeten el valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural, gobiernos que cuiden a nuestra Madre Tierra, que trabajen por la unidad de los pueblos y protejan a todos los que gobiernan sin distinciones y favoritismos, gobiernos que defiendan a los más necesitados y no se aprovechen de ellos solo para alcanzar sus fines políticos, en definitiva, Dios quiere para su pueblo buenos gobernantes”, resaltó.
Asimismo, pidió a los feligreses orar por las autoridades para que puedan tomar decisiones en beneficio de toda la población y no de unos cuantos sectores. Destacó la imagen de un Rey que no piensa en sí mismo, sino en los demás, y en segundo aspecto subrayó que el Reino de Dios es una potestad de servicio y no de sometimiento de un pueblo.
“Asuman responsabilidades más allá de ideologías y posicionamientos políticos, y recuerden que fueron elegidas como autoridades para entre otras cosas, garanticen una convivencia pacífica entre bolivianos”, precisó.
