En julio de 2021, el presidente Luis Arce dio por iniciada por segunda vez las operaciones del ingenio Lucianita y reconoció que “ha pasado mucho tiempo y recién estamos sabiendo ponerlo en funcionamiento en su totalidad”.
La mala planificación, sobredimensionamiento de la obra y escasas reservas de estaño impiden el funcionamiento del ingenio Lucianita de la Empresa Minera Huanuni que lleva más de ocho años intentando despegar. La obra de 54 millones de dólares aun no da frutos. De reactivarse, estiman que solo trabajaría al 50% de su capacidad.
En febrero de 2015 el entonces presidente Evo Morales inauguró la obra con capacidad para procesar hasta 3.000 toneladas de estaño al día y auspició mejores días e ingresos económicos para la empresa estatal, sin embargo, el ingenio quedó paralizado por falta de un dique para los desechos, agua y energía eléctrica.
Además, la capacidad del ingenio es demasiado grande para la cantidad de mineral que se explota por día en Huanuni, que sin proyectos de exploración y explotación agotarían las actuales reservas en corto tiempo.
El presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Reynaldo Pardo Fernández, dijo a ANF que el ingenio Lucianita se encuentra actualmente en etapa de prueba -por la empresa china Vicstar que la construyó- y que se espera sea entregada a la empresa minera Huanuni hasta fin de año. Dijo que los problemas que presenta ahora son por el grado de acidez de las cargas de desmonte.
“Siguen tomándole como unas pruebas piloto que esperemos este año se concluya y pase a control operativo de la empresa Huanuni”, señaló la autoridad.
Alfredo Zaconeta, investigador en temas mineros del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), identificó en el millonario ingenio “problemas de gran magnitud”, pero básicamente, dijo, se debe a factores de mala planificación y no acompañamiento de trabajos de geología de prospección y exploración para agrandar la vida útil del yacimiento.
“Cuando se hizo este diseño de la planta es obvio que se ha incurrido en un sobredimensionamiento al pretender tratar tres mil toneladas sin que se haya tomado en cuenta las reservas probadas certificadas que tiene el cerro Posokoni en Huanuni, entonces, esto ha llevado a dimensionar pensando que podía ser tratada libremente sin que afecte la vida útil del yacimiento, pero los años han dado la razón y se ha notado que la producción de Huanuni contrariamente a incrementarse, al margen del funcionamiento del ingenio Lucianita, ha tenido caídas muy drásticas como en 2020 y en 2022”, dijo Zaconeta consultado por ANF.
En 2021 la producción de estaño de la empresa Huanuni fue de 8.928 toneladas finas y para 2022 cayó a 6.378 toneladas, y “si hubiese entrado en funcionamiento Lucianita las caídas serían más drásticas”.
Sumando las capacidades de producción: 3.000 toneladas de Lucianita, 1.200 toneladas del ingenio Santa Elena y 200 toneladas en Machacamarca, hacen un total de 4.400 toneladas mes de estaño que la empresa minera Huanuni es incapaz de producir. “Esto en perspectiva hace ver que el agotamiento de Huanuni es evidente”, dijo Zaconeta.
Indicó que técnicos en minería señalaron que las reservas que en este momento tiene la empresa Huanuni alcanzarían para una vida útil entre 17 y 20 años a un ritmo de explotación de 1.400 toneladas -1.200 Santa Elena y 200 Machacamarca-, pero de sumarse las 3.000 toneladas que demandaría Lucianita, el yacimiento no tendría una vida mayor a los 7 años.
“Esto es de conocimiento de los técnicos y de los trabajadores que ven en el funcionamiento del ingenio Lucianita un atentado, por lo mismo hay sectores que se opone a que esto arranque”, dijo.
En enero de 2019, tras permanecer casi cuatro años paralizado por falta de agua y un dique de desechos, el ingenio Lucianita sufrió la quema de los motores y todo el sistema de cañerías colapsó cuando intentó funcionar, según la denuncia del secretario de organizaciones de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), René Fábrica, que responsabilizó por este hecho a los técnicos y a los encargados del proyecto.
En julio de 2021, el presidente Luis Arce dio por iniciada por segunda vez las operaciones del ingenio Lucianita y reconoció que “ha pasado mucho tiempo y recién estamos sabiendo ponerlo en funcionamiento en su totalidad”.
El secretario ejecutivo del sindicato de trabajadores de la empresa Huanuni, Mario Argollo, dijo a ANF que hasta agosto de este año debió haber sido entregado el ingenio a la empresa de forma definitiva, pero los problemas continúan, ahora por la acidez de la carga acopiada que está dañando las maquinarias de la planta.
“Hasta el mes de agosto tenían que entregarnos de forma definitiva el ingenio, pero ha habido mucha resistencia de parte del personal administrativo que hasta ahora no quiere hacer la recepción definitiva por varias observaciones que ha existido a este ingenio”, refirió a ANF.
Indicó que se debe hacer un análisis técnico, administrativo y económico para que como trabajadores puedan de forma definitiva asumir las riendas del ingenio.
Argollo señaló que el ingenio ya está funcionando, incluso en agosto produjo 180 toneladas finas de estaño, pero reconoció que no llegará a trabajar a su máxima capacidad de 3.000 toneladas. Dijo que a lo sumo serán 1.500 toneladas.
“No será lo que queremos, pero seguramente con algunas modificaciones o algunas mejoras que se puedan hacer dentro de ingenio se pueda llegar a recepcionar, de manera que ya pueda ayudar a la producción de la Empresa Minera Huanuni por lo menos con 1.500 toneladas día, creo que al máximo de 3.000 no va a llegar”, apuntó.
Y para reducir la acidez de las cargas almacenadas, indicó que se trabajarán proyectos de separado de piritas y lavado de carga para evitar más daños a la maquinaria del ingenio. “Una vez con estos dos proyectos encarados, seguramente se va a lograr mejorar la producción”.
Una cadena de estaño fallida
Zaconeta explicó que todo lo que se ha venido haciendo, particularmente en Huanuni, ha incidido también en la mala política que se tiene actualmente en la empresa metalúrgica Vinto, que igualmente ha sobredimensionado el tratamiento de estaño con un horno -el Ausmelt- para 18.000 toneladas de estaño, cuando la producción nacional del mineral no llega a esa cantidad.
El 2021 la producción anual de la empresa metalúrgica Vinto alcanzó las 12.043 toneladas y para el 2022 cayó a 10.274 toneladas. “Si son 10.274 toneladas están muy lejos de las 18.000 para la cual fue diseñado el horno Ausmelt, entonces, es fruto de una mala planificación y de una falta de honestidad de quienes hicieron el proyecto”.
Indicó que la producción nacional de estaño de Bolivia en 2022 fue de 17.612 toneladas, o sea, “ni con toda la producción nacional que serían cooperativas de La Paz, cooperativas de Oruro, cooperativas de Potosí, sumado a lo que produce la empresa minera Colquiri, a lo que produce la empresa Huanuni, ni con toda esa producción se podría cotar en este momento lo que es el horno Ausmelt”, apuntó.
Además, dijo, se debe tomar en cuenta que el horno Ausmelt está diseñado para estaño de alta ley y al producir las cooperativas estaño de baja ley, su producción va destinada a la fundidora privada.
“Todo esto argumenta que hubo un sobredimensionamiento y eso es lo que va a suceder en el caso de Huanuni, no se cuenta con reservas por falta de dirección técnica acorde y real que permita el aprovechamiento o justifique esta inversión de los 50 millones de dólares”, remarcó.