Si percibes la presencia de una pigmentación marrón o negra en tus uñas, hay diversas causas que podrían explicar el problema. Para comenzar con una de las más comunes, deberías saber qué es un hematoma subungueal y cuáles son sus otros síntomas. Te lo explicamos por si lo sufres, pero todavía no lo sabes.
Esta lesión suele darse como consecuencia de un golpe o un aplastamiento que afecta directamente la parte distal de los dedos. Sobran los ejemplos de situaciones en las que nos provocamos daño en esa zona, como al pellizcarnos un dedo con la puerta.
¿Cómo se forma el hematoma subungueal?
Al producirse una lesión interna, la sangre se esparce en el espacio que se encuentra debajo de las uñas generando un color llamativo, sea negro o marrón, y también una dolorosa presión que dificulta que podamos manipular objetos como siempre.
En algunos casos, el hematoma subungueal puede ir acompañado de una fractura en la falange o el desprendimiento de la uña. Excepcionalmente, el deterioro es tal que debe procederse a amputar la punta del dedo para liberar la tensión en la extremidad.
Suelen ser comunes en diversas situaciones como en deportes de contacto o en cualquier actividad en la que se puedan golpear los dedos. El trauma puede causar la rotura de pequeños vasos sanguíneos debajo de la uña y entonces producir la acumulación de sangre en esa zona.
¿Cuáles son sus otros síntomas?
Después de la lesión, podrían aparecer otros síntomas normales como los edemas y los eritemas alrededor del pliegue ungueal. Mientras que el edema es una acumulación de líquido, el eritema es una leve coloración rojiza junto a la pigmentación oscura.
En general, se produce dolor, hinchazón y decoloración de la uña. Entones sale este color algo negro o morado. En algunos casos, puede haber una sensación de pulsación en la zona afectada.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Inmediatamente notamos la coloración en la uña debemos consultar a un médico que será quien realice el diagnóstico. Examinando la estructura del dedo, el profesional de la salud detectará las anomalías que sobresalgan y evaluará las funciones propias de la extremidad que podrían verse comprometidas. En base a ello, indicará un tratamiento y/o una intervención quirúrgica.
La participación del médico es clave para descartar otras patologías similares en aspecto como el melanoma de la uña, un tumor maligno que debe ser sometido a una terapia invasiva para eliminarlo antes de que las células cancerígenas se sigan extendiendo.