Pese a que la Ley Nacional 700 para la Defensa de los Animales contra Actos de Crueldad y Maltrato establece sanciones leves por el delito de biocidio, cada vez son más las personas que se animan a presentar denuncias por este delito a la Fiscalía y la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma) en Cochabamba.
Entre los casos en los que se obtuvieron sentencia se encuentran el de la carnicera que acuchilló a un perro que intentó robar carne de su puesto de venta (2018) y el que se registró en diciembre de 2021 en la zona de Las Cuadras, donde un hombre envenenó con raticida a tres canes porque le molestaban los ladridos.
Mencionó que la fundación hace seguimiento a cinco casos de biocidio y tratos crueles, aunque tiene conocimiento de más denuncias que no logran formalizarse porque no se reúnen los elementos necesarios para formalizar la acusación ante la Fiscalía.
Durán sostuvo que tras conocer las resoluciones los responsables del crimen gozan de libertad plena y detalló que solo en uno de los casos la sentencia contempló trabajo comunitario en Zoonosis.
“Lamentablemente, no podemos conseguir sentencias más duras y en algunos casos los procesos no avanzan, como es el caso de biocidio de Koki, la audiencia estaba señalada para junio, pero ya estamos en septiembre y no se instala”, remarcó.
Koki fue un can que murió a machetazos en diciembre de 2021. Este hecho motivó a los defensores de los animales a movilizarse pidiendo cinco años de cárcel para el presunto agresor, de acuerdo a antecedentes del caso.
“Estamos con otro caso de tratos crueles, cuya primera audiencia estaba programada para el 4 de agosto, pero la agresora no se presentó y se hizo la citación por edictos. También tuvimos conocimiento de otras denuncias de biocidio en Quillacollo y Vinto, pero no quisieron facilitar los datos para la querella correspondiente”, puntualizó.
La vicepresidenta de la fundación contó que otro caso que quedó en la impunidad es el de los dos choferes que mataron a un can atándolo a dos trufis tras atropellarlo y dejarlo malherido.
Se tipifica como biocidio a todo acto cruel provocado que entrañe la muerte de un animal, sin distinguir si es silvestre o doméstico. El delito se sanciona con cárcel de dos a cinco años y multa de 30 a 180 días, de acuerdo a la Ley 700.
“Un biocidio tiene una causal clara donde se debe ver el ensañamiento, tiene que haber mala intención, no va a ser biocidio un atropello accidental, solo en ese caso se aplica el Código Penal de acuerdo a la Ley 700”, indicó el jefe de la Unidad de Zoonosis de la Alcaldía, Diego Prudencio.
Cuestionó que la normativa actual no sancione el delito con penas más extensas para que los responsables vayan a la cárcel, por lo que se debe trabajar en la actualización de las disposiciones para superar los vacíos existentes con participación de diferentes sectores.
Prudencio enfatizó que en lo que va del año atendieron cinco denuncias de presuntos biocidios y otra cantidad similar de envenamientos.
“Cualquier persona puede hacer la denuncia con nota como lo hacen las organizaciones animalistas legalmente constituidas, nosotros actuamos de acuerdo a nuestras competencias”, concluyó.
Maylo y Medias, otras víctimas
La activista de la organización Una Mano, Una Patita”, Vivian Sánchez, dijo que hace seguimiento a dos denuncias de presunto biocidio que se habría cometido contra dos canes: Maylo y Medias.
Relató que en el caso de Maylo el can murió a martillazos pero no hay aún sentencia alguna y en el de Medias está en investigación. Este último sobrevivió a los machetazos aunque está en riesgo de perder sus dos patitas.