El exministro exhortó a que los asambleístas cruceños dejen la comodidad, pasividad y el Tik Tok, para dedicarse a hacer gestiones dentro y fuera del país
El exministro Guido Áñez Moscoso planteó un cambio en la estrategia del paro indefinido que exige Censo en 2023. La exautoridad planteó que se debe hacer alianzas para convertirlo en un conflicto nacional y también llevarlo al plano internacional. Para ello exhortó a que los asambleístas cruceños dejen la pasividad y el Tik Tok, para hacer gestiones dentro y fuera del país.
Áñez, asilado en Estados Unidos, tuvo un contacto con el programa ¡Qué semana!, del EL DEBER Radio. Advirtió que lo ocurrido ayer en la cumbre por el censo, en Cochabamba, era previsible. “No van a llamar a sus grupos sociales, a masistas para solucionar un problema como este y dar la razón a Santa Cruz, eso no iba a pasar”, aseveró.
Por ello, planteó un cambio de estrategia. “Eso significa que no podemos seguir solos como región con el paro, hay que ‘nacionalizar’ el conflicto. Conversar y hacer acuerdos con La Paz, El Alto, Tarija que ya asumió medidas, y con todos los departamentos. Comcipo planteó ya un paro nacional. El Alto tiene problemas de ingresos por falta de censo. Cochabamba empezó con poca fuerza. Se debe ampliar el conflicto nacional. Que la región no sea la víctima, sino el líder de una demanda que aglutina a todos”, aseveró.
Advirtió que este proceso no es fácil y será muy largo. “Luego vendrá la pelea por la entrega de los datos del censo, la repartición de recursos, luego el de los curules, el saneamiento del padrón. El censo es democracia para que lo poco de libertad y democracia que nos queda, pueda sobrevivir”.
Complementó que hay que hacer, como parte de esa estrategia, una campaña internacional. “No es lo mismo que se haga lobbies con el Parlamento Europeo, la Corte Penal Internacional, la Organización de Estados Americanos. Pero para eso necesitamos personería jurídica. Hay parlamentarios supranacionales que no aparecen, senadores y disputados que deberían moverse en el concierto internacional”, manifestó.
Reiteró que dentro y fuera del país se debe entender que lo que se comete con Santa Cruz es “terrorismo de Estado». «Si te disparan con un cañón no puedes contestar con onda. No podemos contestar con cantitos y taquiraris debajo del Cristo. No llamo a un alzamiento armado, que se entienda bien, sino a que se debe asumir esta estrategia, porque el Gobierno cerca y no tiene contemplaciones”.
Lamentó que los asambleístas cruceños no den la talla. “Hay dos tipos de políticos, los administradores de poder y los constructores de poder, los últimos eran los que habían antes. Los administradores de poder no están a la altura, y no vemos el sacrificio de las autoridades. En 2002, tras el censo, la integrantes de la bancada cruceña hicimos huelga hambre y fue de esa forma que conseguimos los 28 diputados para Santa Cruz. No basta con velar la puerta del presidente del Comité Cívico Rómulo Calvo, sino sacrificarse como el empresario que sigue con la carga social de pagar sueldos y lo asume sin vender sus productos. La gente sigue al político que se sacrifica no al que se la pasa cómodo en tik tok”.
Aseveró que el presidente Luis Arce es más terco que Evo. “Su gabinete es menos político. Veo declaraciones de Carlos Romero, Reimy Ferreira, y ellos le entienden mucho más a todo lo que está pasando. Arce responde a un esquema transnacional. Hay demasiados intereses en juego, ese proyecto de poder lo elaboraron desde el mismo día que cayeron en 2019. Primero cuidaron la sigla del MAS y de preservar sus dos tercios en la Asamblea para ahogar a Jeanine Áñez. Luego comenzaron la cantaleta de esa teoría golpe de estado. Tienen presas a casi 100 personas que fueron parte de ese gobierno. El siguiente paso es la represión de los nuevos dirigentes”.
La gente sostiene la representación de Santa Cruz. “Nunca nos habían atacado económicamente. La gente resistirá. Lo que debe analizar el comité es que en Santa Cruz está consolidado el paro, debemos nacionalizar e internacionalizar el conflicto”, concluyó