Google fue demandado por supuestamente haber robado datos de millones de usuarios sin su consentimiento y violar las leyes de derechos de autor para entrenar y desarrollar sus productos de inteligencia artificial.
La demanda colectiva contra Google, su empresa matriz Alphabet y la subsidiaria de inteligencia artificial de Google, DeepMind, se presentó en un tribunal federal de California, alegando que la empresa tecnológica ha estado robando secretamente datos de cientos de millones de estadounidenses en Internet y utilizando esos datos para entrenar sus productos de inteligencia artificial, como su chatbot Bard. También afirma que Google ha tomado la totalidad de nuestra huella digital, incluyendo obras creativas y con derechos de autor, para construir sus productos de IA.. El despacho de abogados Clarkson presentó la demanda, habiendo presentado previamente una demanda similar contra OpenAI, el creador de ChatGPT, el mes pasado.
Halimah DeLaine Prado, la consejera general de Google, calificó las afirmaciones de la demanda como infundadas en un comunicado a CNN. DeLaine Prado afirmó que Google ha sido transparente durante años en el uso de datos de fuentes públicas para entrenar sus modelos de IA, como Google Translate, de manera responsable y acorde a sus Principios de IA.
La demanda apunta a una actualización reciente de la política de privacidad de Google que establece explícitamente que la compañía puede utilizar información de acceso público para entrenar sus modelos de IA y herramientas como Bard.
El despacho de abogados sostiene que Google ha utilizado información pública para crear nuevos usos beneficiosos, y espera refutar las afirmaciones infundadas de la demanda.
La demanda busca una medida cautelar para suspender temporalmente el acceso comercial y el desarrollo comercial de las herramientas de IA generativas de Google, como Bard. También busca daños y pagos no especificados como compensación financiera para las personas cuyos datos supuestamente fueron mal utilizados por Google.
El despacho de abogados enfatiza que la información personal y los datos son propiedad y tienen valor, y nadie tiene derecho a tomarlos y utilizarlos sin permiso. La demanda busca que Google ofrezca una opción para que las personas puedan optar por no permitir que sus datos se utilicen para entrenar la IA mientras siguen utilizando Internet para sus necesidades diarias.
Este impase se produce en un momento en que las herramientas de IA han ganado una enorme atención por su capacidad para generar trabajos escritos e imágenes en respuesta a las indicaciones de los usuarios. Sin embargo, también ha surgido un escrutinio legal creciente debido a problemas de derechos de autor relacionados con obras incluidas en estos conjuntos de datos, así como el uso de datos personales y posiblemente sensibles de los usuarios, incluidos datos de niños.