La sequía y las heladas causan estragos en La Paz y Oruro, hay regiones donde se ha perdido prácticamente el 90% de la producción. Productores piden ayuda a las autoridades.
La sequía y las heladas castigan al altiplano paceño, donde la producción de papa está prácticamente perdida y los productores urgen a las autoridades la declaratoria de desastre natural para contar con recursos y salvar lo poco que queda.
Según informes de la Federación Sindical Única de Comunidades Agrarias de Radio Urbano y Sub Urbano (Fesucarusu) de El Alto y el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), hay regiones donde se ha perdido prácticamente el 90% de la producción.
El secretario de la Fesucarusu, Cirilo González, informó que varios distritos rurales de El Alto se declararon en emergencia debido a que la sequía y la helada afectaron la producción de papa y el forraje para el ganado.
Advirtió que este año la cosecha de papa será escasa y que tampoco habrá semillas para la siembra del próximo año.
“No hay papá, ya pequeñita estaba saliendo, pero llegó la helada y la ha quemado, estamos muy preocupados”, dijo.
Indicó, además, que los distritos 0, 10 y 11 son productores de leche y no hay forraje para los animales, por lo que piden ayuda al Gobierno.
González solicitó a las autoridades nacionales y departamentales declarar desastre natural para contar con recursos que pueda salvar lo que queda de la producción.
Otras regiones
El panorama es similar en otras regiones del altiplano paceño y orureño, donde la campaña agrícola 2022-2023 está seriamente afectada debido a los eventos climáticos.
El Cipca alertó, en un informe, que la tardanza en la llegada de la época de lluvias en 2022 retrasó la siembra de papa y el año nuevo inició con fuertes heladas que afectaron la producción.
El documento explica que, por ejemplo, en el municipio de San Pedro de Totora de Oruro se registraron eventos extremos con temperaturas de -5.2°C a 24°C en un solo día.
Otro ejemplo es la comunidad de Cañaviri de La Paz con vientos huracanados y radiación solar extrema, además de granizadas torrenciales y heladas.
En esas regiones ya habían emergido los cultivos de papa, quinua, cañahua, cebada, avena y alfalfas y con la lluvias y heladas quedaron severamente dañados.
En el municipio de San Andrés de Machaca, de la provincia Ingavi de La Paz, el 13 y 14 de enero se registraron heladas fuertes que destruyeron los cultivos de papa y cebada en un 85% y 90% respectivamente.
Los comunarios aseguran que sólo el 10% de la producción se puede recuperar.
Sin papa
Otro municipio afectado es Calamarca, en la provincia Aroma de La Paz, donde las fuertes heladas de enero afectaron los cultivos de papa, quinua y cebada en 85%, 90% y 50% respectivamente.
La probabilidad de recuperación de la producción llega al 40%, según el informe.
En el municipio de San Pedro de Totora de Oruro, el 14 y 15 de enero una helada destruyó el 90% de los cultivos de papa y granos y se estima una probabilidad de recuperación de 20%.
Según el Cipca este problema se replica en todo el altiplano, donde la sequía continúa siendo intensa y las heladas en pleno verano llegan de un momento a otro.
“Las últimas semanas nuestros cultivos se estaban recuperando por las lluvias; sin embargo, llegó la helada el 14 y ha arrasado”, dijo Gurdo Lara, de la comunidad de Huacanapi del municipio de San Pedro de Totora.
Quieren irse
Lara acotó que la pérdida de cultivos y la falta de oportunidades, hacen que muchos jóvenes quieran irse a otro lado a buscar oportunidades
“Como experiencia hemos visto algo similar en 1980 y mucha gente se fue a otros lados como cuentan nuestros abuelos, esperemos que las condiciones mejoren”.
En la misma línea, comunarios de Chonchocoro, del municipio de Viacha, contaron que la helada quemó gran parte de la producción de papa.
“Por primera vez hemos sembrado papa con sistema de riesgo por aspersión, en diciembre una helada nos afectó, pero con el riego ha recuperado, en enero nuevamente llegó la helada y todo amaneció quemado, espero recuperar algo para consumo de la familia”, contó Agustín Ticona.
La ganadería también ya está sintiendo los efectos del clima, pues no hay forraje y eso generará baja en la producción de leche, carne y sus derivados.
“Es urgente que el Estado desarrolle un plan de contingencia y una estrategia de producción sostenible a mediano y largo plazo”, indica el informe del Cipca.
En diciembre de 2022, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que el periodo de sequía se extenderá hasta marzo de 2023.