Los niveles de violencia y las circunstancias en las que los asesinos cegaron la vida de sus víctimas esposas y parejas sentimentales en la Llajta son cada vez más atroces.
Estranguladas, envenenadas, asfixiadas, quemadas con ácido, apuñaladas y descuartizadas. Así fueron asesinadas Valentina, Catalina, Nieves, Matilde, Kendy, Jhajaira y Rosa, las siete mujeres víctimas de feminicidio en Cochabamba, quienes perdieron la vida a manos de sus esposos y parejas sentimentales en lo que va del año.
Las formas con las que se acaba con la vida de las mujeres en el valle son cada vez más atroces y escalofriantes.
LAS VÍCTIMAS
Valentina Usseglio, de 22 años, murió estrangulada a manos de su enamorado Randy Escalera, un día después de desaparecer, un fatídico 26 de enero en el Hostal Olympic de la ciudad de Cochabamba.
El 24 de febrero, Cristóbal M.A. de 40 años envenenó a su esposa Catalina Condori Vicente (36) delante de sus hijas, en el municipio de Vinto. La mujer, de 36 años, dedicada a la venta y costura de polleras, perdió la vida por insuficiencia respiratoria, un edema agudo de pulmón e intoxicación por ingesta de la sustancia química tóxica.
Previamente, la vida de Matilde Jiménez Medrano cambió definitivamente el 25 de febrero, cuando su esposo, Vitalio P., le arrojó ácido y le obligó a ingerir la sustancia química mortal. El trágico hecho tuvo lugar en el barrio Minero San Juan, al sur de la ciudad, donde ella junto a su esposo y dos hijas de 12 y 14 años vivían.
Ese fatal día, enterada de una presunta infidelidad, Matilde le reclamó por los actos a su esposo.
El 3 de marzo, el corazón de Matilde dejó de latir, tras una lucha de 37 días en Terapia Intensiva, en el Hospital Viedma. La joven madre ingresó al centro de salud con quemaduras de ácido en su rostro y garganta, producidas por su esposo.
El 4 de mayo, Elvis Baldivieso Espada (20), enamorado de Jhajaira Escobar, de 22 años, la apuñaló 21 veces y luego intentó quitarse la vida. El hecho ocurrió en el municipio de Quillacollo.
Finalmente, el crimen de Rosa Cabezas consternó al país entero. El 20 de mayo pasado, Yelsin Ch.M. (26) asesinó y desmembró a la mujer de 45 años, motivado por móviles económicos. Tras ello, el autor confeso del atroz crimen guardó el cuerpo de Rosa en seis bolsas negras de plástico al interior de un refrigerador.
En medio de estas cifras negras, los huérfanos de feminicidios suman en Cochabamba. A la fecha, seis hijos e hijas, cuatro de Catalina y dos de Matilde, lloran la ausencia de sus madres.
SOLO 2 SENTENCIAS
Entretanto, la Justicia solo dictó dos sentencias condenatorias de 30 años, a cumplirse en el penal de El Abra, contra Randy Escalera (22) y Elvis Baldivieso (20). Estos cegaron la vida de Valentina y Jhajaira, respectivamente.
De los restantes, tres cuentan con detención preventiva, uno está aprehendido y otra prófuga.