Tras los supuestos casos de corrupción, el debate ahora pasa por las modalidades de venta de bolsas
Si no se hubiera descubierto un desvío de miles de bolsas de cemento que supuestamente debían ser transportadas hasta Sabaya, Oruro, una persona que compró el producto de Fancesa a un “precio preferencial” se habría hecho de una ganancia de casi 1 millón de bolivianos.
Esta modalidad de comercialización al por mayor, que se aplica para empresarios o instituciones dueños de obras, deja al descubierto presuntos casos de corrupción que, incluso, podrían salpicar a directivos o ejecutivos de la factoría. Esto lo tendrá que dilucidar el Ministerio Público.
Hasta ahora, el hecho concreto es que, al menos en el caso Sabaya, hubo una desviación de cemento y por esa acción irregular fue imputado W.B.G.M., representante de una empresa, por los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado.
EL CONTRATO
W.B.G.M. suscribió un contrato con Fancesa para comprarle 83.500 bolsas de cemento, de las que 63.000 eran IP30 y 20.500, IP40; el primer tipo a Bs 30 la bolsa y el segundo, a Bs 32. Se trata de precios preferenciales porque el costo habitual en el mercado es de 41 y 43 bolivianos, respectivamente.
Esta diferencia de precios significaba 918 mil bolivianos y se explicaba por el transporte hasta Sabaya, pero, en realidad, el producto no estaba dirigido a ese destino. En esa localidad ni siquiera había un proyecto de construcción para el efecto.
Lo que hizo el ahora imputado W.B.G.M., según la denuncia realizada ante la Fiscalía, es destinar las bolsas compradas a precio preferencial a la venta directa al consumidor en el mercado local, lo que en términos de ingresos le presentaba un “ahorro” (ganancia) de casi Bs 1 millón.
¿DEBE CONTINUAR…?
Según el criterio del síndico de la Alcaldía de Sucre en la Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa), Juan Batallanos, esta modalidad de venta debe continuar para asegurar la colocación del producto de manera masiva en obras de alta envergadura, en proyectos que se ejecutan en las provincias de Chuquisaca y en otros departamentos. Pero, aclaró, “hay que hacer un seguimiento a todo lo que se vende porque vivillos no faltan”.
El expresidente de Fancesa José Luis Ríos comparte ese criterio y sugiere que, para tener un efectivo control, la factoría debería contar con puntos de control en las carreteras. Por ejemplo, si la carga tiene como destino a Santa Cruz, tendría que haber un control en Aiquile; o si la carga debe ir a La Paz, otro en Macha.
Asimismo, Ríos recuerda que en su gestión intentaron aplicar el uso del chip en los camiones, pero esa idea no prosperó.
Ríos recalca que el efecto inmediato del desvío de este tipo de carga recae en el mercado local, pues lo que hacen los malos empresarios es ofrecer el producto a precios bajos, menores a 43 y 42 bolivianos.
Ambos coinciden en advertir que si no se ejerce un efectivo control a este tipo de cargas, las posibilidades de desvío del cemento siempre estarán presentes.
LOS “FREELANCERS”
Otra de las modalidades de venta masiva y a precios preferenciales que empezó a aplicar Fancesa fue a través de los denominados “freelancers”, para que personas, bajo su propio riesgo, coloquen el producto en mercados donde la fábrica no tiene presencia o tiene una reducida.
Esta modalidad fue suspendida hace dos semanas debido a que durante su ejecución no mostró una incidencia en la venta y “lo único que se encontraron fueron problemas”, según Batallanos.
La idea de forma de comercialización era que pueda vender fuera de Sucre, es decir, que su producto ingrese a lugares tales como La Paz, Trinidad o el Chapare.
El sistema funcionaba mediante una solicitud y una cotización con el compromiso de compra al contado de 5.000 bolsas de cemento al mes, pero no hubo resultados, recalcó el Síndico de la Alcaldía.
OTRAS MODALIDADES
Otras modalidades de comercialización del cemento Fancesa se refieren a la puesta del producto en el mercado a través de las agencias distribuidoras que, para ser seleccionadas, deben participar de un proceso de licitación y es la factoría la responsable de pagar por el transporte.
En esta modalidad, el concesionario tiene una ganancia fija de Bs 2 por bolsa de cemento y recibe el producto a crédito, pero a cambio ofrece a la fábrica una boleta de garantía que, ante un incumplimiento de pago, es pasible de ejecución.
También, no hace mucho tiempo, Fancesa habilitó los denominados “puntos de venta”, que consisten en una selección de comercios interesados en el expendio del producto, por lo general relacionados con ferreterías, ofertas de materiales de construcción o agregados.
Batallanos dice que, bajo esta modalidad, la compra del producto se realiza al contado y se fija una ganancia de Bs 2 por bolsa de cemento.
“FREELANCERS”
Una de las modalidades de venta masiva y a precios preferenciales fue a través de los denominados “freelancers”, que consistía en que personas, bajo su propio riesgo, coloquen el producto en mercados donde la fábrica no tiene presencia.
Exgerente plantea reconsiderar la instalación de una molienda en Santa Cruz
En una opinión profesional a nivel personal, el economista y exgerente general de Fancesa Mirko Gardilcic expresó su acuerdo con la decisión de suspender la modalidad “freelance” o venta libre que la empresa vino ejecutando este último tiempo; además, lanzó una propuesta de solución al problema comercial.
“Es obvio que esta medida de política comercial (modalidad freelance) se podía prestar a especulación. Si uno se pone a pensar, se tienen precios básicamente diferenciados en las distintas plazas y el hecho de permitir la venta directa en planta a un precio mucho más bajo lleva a circunstancias que afectan a la fábrica”, dijo a CORREO DEL SUR.
Fancesa ofrece la bolsa de cemento IP 30 a 43 o 44 bolivianos, en promedio, a nivel nacional, pero bajo esta modalidad freelance vendía a Bs 31 en su planta. “Eso permitía a alguna gente comprar ese cemento y revenderlo, o sea, Fancesa se estaba haciendo una autocompetencia, si uno se pone a pensar”, observó el economista.
Sin embargo, un tema de mayor preocupación, según Gardilcic, es la revelación de que había bolsas de cemento sin numeración. “Eso sí es preocupante porque una de las formas de controlar cuántas bolsas se producen y cuántas se despachan de la planta es la numeración; o sea, yo creo que eso es más preocupante todavía que el hecho de la especulación que se ha detectado con la modalidad freelance”, remarcó.
Por otro lado, Gardilcic cree que la solución a los problemas de comercialización de Fancesa sigue siendo la instalación de una molienda en Santa Cruz. “La solución yo creo que pasa por hacer lo que no se hizo (…), poner aunque sea tarde una molienda en Santa Cruz y creo que esa es la tendencia u orientación por lo menos de la propuesta que ha hecho conocer la Universidad y creo que inclusive ha recibido el apoyo del propio Alcalde con mucho tino”, sostuvo.
En 2013, Fancesa desistió de instalar la molienda de su nueva línea de producción en Santa Cruz..