La asambleísta Muriel Cruz “aún está sedada”, dijo su colega Nélida Faldín, y espera su pronta recuperación e incorporación al trabajo legislativo de Santa Cruz.
“Es un intento de intimidar, nomás, al nuevo asambleísta que se está posesionando y también intimidarnos a nosotros. Buscan que no digamos nada en este departamento; que no salgamos a defender a la otra parte del departamento”, dijo la legisladora departamental opositora a La Razón Radio.
Faldín condenó las agresiones que sufrió el viernes la asambleísta departamental de Santa Cruz Muriel Cruz, del MAS. Ocurrió en puertas de la Gobernación, cuando un grupo de personas, a plan de golpes, patadas y hasta palazos impidieron su ingreso a la sesión para la posesión de un miembro del pueblo guaraní.
Consideró que la agresión responde a un intento de la bancada departamental oficialista de no posesionar al legislador guaraní, pues quieren evitar que la oposición tenga la mayoría en esa instancia regional.
Faldín
“El nuevo asambleísta elegido, supuestamente, se va a sumar a la bancada de oposición y con él hacemos mayoría; nosotros somos 11 y si así fuera, con él seríamos 12, pero no somos mayoría. La mayoría la siguen teniendo ellos”, explicó Faldín.
La asambleísta Cruz tuvo que ser internada en un hospital privado, debido a los fuertes golpes que recibió; según la información de su colega “está sedada y no puede conversar todavía”.
El mismo viernes, luego de la gresca, efectivos policiales llegaron hasta el lugar y aprehendieron a 15 personas que, supuestamente, participaron en las agresiones, pero dejaron en libertad a dos.
Las otras 13 fueron imputadas por la supuesta comisión de delitos de asociación delictuosa, instigación pública a delinquir, lesiones y amenazas; su audiencia de medidas cautelares estaba prevista para las 13.30 de este lunes. Un juez definirá su situación jurídica.
El hecho generó el repudio de varios sectores en Santa Cruz y también por parte del Estado.
Incluso, el presidente Luis Arce dijo que se trata de un “neofascismo” que agrede a mujeres y que además defiende los “apetitos” de un sector minoritario del país.