Para los expertos, si el Gobierno de Arce no frena el narcotráfico y la violencia que genera esta actividad ilícita, Bolivia se va direccionando hacia otros países como Ecuador, un país donde los carteles perforaron a las instituciones y amenazaron de muerte a quienes daban a conocer sus identidades.
- Al pasar de los años, la actividad del narcotráfico en Bolivia ha crecido y se ha tornado más violenta, así lo señalan los criminólogos consultados por Los Tiempos. Los secuestros, sicariatos, extorsiones y el tráfico de armas se han vuelto más comunes en casos de sustancias controladas, sobre todo, en Santa Cruz y Cochabamba.
Este año se denunciaron al menos 10 secuestros en el trópico, en Yapacaní y otras regiones fronterizas de Santa Cruz, donde las víctimas fueron flageladas, maniatadas y encañonadas por integrantes de organizaciones ligadas al narcotráfico.
Uno de los últimos casos más violentos que se suscitó en Santa Cruz, sucedió el 29 de julio cuando un hombre fue acribillado con cinco disparos en la cabeza por sicarios.
En mayo y junio se registraron al menos cinco secuestros en el trópico de Cochabamba donde las víctimas o sus familiares estaban involucradas en el tráfico de drogas.
Para los expertos el narcotráfico viene acompañado con la “violencia sin límites” porque ahora secuestran a las personas que por algún motivo perdieron la “mercancía” y piden por su rescate entre 50 y 100 mil dólares o el precio de la sustancia controlada.
La criminóloga Gabriela Reyes indicó que en el último año se pudo fragmentar esta actividad de las drogas y esto debe preocupar a las autoridades. “Esto se podrá frenar solo si atrapan a los peces gordos y no `ispis`”, dijo.
Expresó que Bolivia es un lugar de protección para los narcotraficantes porque es ese el mensaje que les envía el Gobierno al permitir la estancia de narcotraficantes internacionales con sus familiares como el caso de Sebastián Marset quien llegó a Bolivia y desarrolló actividades económicas descomunales y públicas.
“El narcotráfico ha evolucionado. La Policía, las leyes dan un paso y el narcotráfico da dos pasos, porque antes el narcotráfico era manual (pisa coca), ahora hay máquinas”, dijo un exfiscal especializado en la lucha contra el narcotráfico que prefirió guardar su identidad.
“Antes en la actividad del narcotráfico no había ajuste de cuentas, no había volteos, ahora sí, entre ellos existe una disputa por mercado, territorio y eso genera violencia”, añadió.
Escondite de narcos
Según investigaciones de criminólogos y medios uruguayos, los narcotraficantes escogen operar desde Bolivia para producir droga porque el kilo se consigue comprar hasta en 3000 dólares, lo acopian en Paraguay u otros países donde vean que el riesgo menor para enviar a otros países, además, la misma cantidad es comercializada en Europa hasta en 50.000 dólares.
Para el criminólogo uruguayo, Juan Martens, las personas dedicadas al tráfico de droga deben tener vínculos con el poder político y socios en los países donde operarán para hacer la logística para el envío de droga, muchos lo hacen desde Bolivia a sus socios en Paraguay porque es la frontera más cercana para el envío a Europa.
Para los expertos, si el Gobierno no frena el narcotráfico y la violencia que genera esta actividad ilícita, el país se va direccionando hacia otros países como Ecuador, un país donde los carteles perforaron a las instituciones y amenazaron de muerte a quienes daban a conocer sus identidades.
“Si no paramos esta violencia, si no paramos el narcotráfico vamos a llegar a estar como otros países donde perforaron instituciones y compraron consciencias”, dijo el experto.
Para la investigadora en el tráfico de drogas, Jesica Echeverría, se debe realizar una restructuración de la Policía para la racionalización de la lucha contra el narcotráfico.
Echeverría remarcó que la policía debe ser equipada y trabajar con sus pares de otros países para evitar que sicarios, narcotraficantes ingresen a Bolivia a operar.
AJUSTE DE CUENTAS
Casos vinculados a cárteles
“Los ajustes de cuentas en el último año 2022 e inicio del 2023, más de 20 casos se conocieron en Santa Cruz y en las fronteras, de las cuales al menos una decena se las vincula a personas del Primer Comando de la Capital (PCC)”, dijo la criminóloga Gabriela Reyes.
Acotó que la mayoría de los secuestradores son extranjeros, sobre todo brasileños y tampoco son casos que se resuelven porque están ligados al narcotráfico.
MÁS DELITOS
Santa Cruz, trópico y las fronteras
Este año se registraron al menos 10 secuestros en el trópico y en Santa Cruz, donde las víctimas fueron flageladas, maniatadas y encañonadas por integrantes de organizaciones ligados al narcotráfico.
El municipio cruceño de Santa Matías es donde se registraron más hechos de acribillados por sicarios.
En varios de los casos se detectaron armas de grueso calibre.