El exmandatario afirmó que esa política ‘es un cáncer’ para la economía de Bolivia.
“Es harta plata (lo que se destina para la subvención a los combustibles), eso es una sangría para la economía boliviana, entonces, hay que ver cómo eliminar”, dijo Morales ayer en su programa radial de Kawsachun Coca.
Recordó que cuando él levantó la subvención por unos días obtuvo el rechazo de la población. No obstante —dijo Morales—, tiempo después, obtuvo, a través de una encuesta, el respaldo “de acabar con la subvención”.
El 26 de diciembre de 2010, el Gobierno del entonces presidente Evo Morales determinó eliminar los subsidios de algunos combustibles mediante el Decreto Supremo 748. Esa medida originó que sectores sociales como los transportistas inicien protestas en todo el país en rechazo de la norma.
Ese decreto “del gasolinazo” fue firmado por el presidente en ejercicio de ese entonces, Álvaro García Linera, debido a que Morales cumplía una agenda externa.
Ante la convulsión que generó la medida, la noche del 31 de diciembre de ese año, Morales determinó abrogar la norma.
“Me acuerdo cuando por unos días levanté la subvención, ha sido muy atrevido, la gente me protestó, entendí, escuché al pueblo, retrocedí, aunque una encuesta después, gané la encuesta (con) 51%, 53% (que) la política de Evo de acabar con la subvención estaba bien”, recordó el exmandatario.
La política de subsidio de los carburantes (diésel oíl, gasolina y Gas Licuado de Petróleo) data desde julio de 2000, cuando el Gobierno del expresidente Hugo Banzer (1997-2001) decidió por decreto congelar el precio de los carburantes, medida que afectó a los ingresos del país.
La subvención se mantuvo en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003). La gestión de Carlos Mesa definió descongelar los precios, pero sin nivelar esos valores a los del mercado internacional. Sin embargo, tuvo que declinar en la medida por la presión de los choferes, según una publicación de LA RAZÓN del 20 de noviembre de 2004.
Ese año, el precio del litro de gasolina especial estaba en Bs 3,40, de diésel en Bs 3,23 y la garrafa de GLP en Bs 22,50.
Actualmente, los precios de los combustibles están en: gasolina especial en Bs 3,74 el litro, diésel en Bs 3,72 y del GLP en Bs 22,50.
MEDIDAS.
Según el actual Gobierno, el incremento de los precios de la gasolina y del diésel en el mundo se dio a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania, originada el 24 de febrero de 2022.
En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, el Gobierno destinó Bs 4.794,6 millones (unos $us 699 millones al tipo de cambio de Bs 6,86 por cada dólar). Para 2023 se incrementó a Bs 7.642 millones ($us 1.114 millones, según el tipo de cambio actual).
Desde YPFB se informó en enero de este año que la subvención a los combustibles en 2022 alcanzó los $us 1.700 millones.
Para evitar un mayor costo, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, indicó en marzo que pretenden optimizar la compra de combustibles a través de medidas logísticas, como la habilitación de ductos por el occidente del país.
Carlos Romero, otrora ministro de gobierno de Evo Morales, ratificó en marzo su denuncia en sentido de que YPFB incurrió en un “negociado” en la compra de combustibles con dos empresas internacionales, Trafigura y Vitol. Afirmó que existe un monopolio en la compra de combustibles.