En Venezuela existen varios niños que excavan en minas buscando oro, y aunque carecen de habilidades como la lectura, son capaces de detectar rápidamente trazas doradas de este metal en la tierra.
Estos niños sacan oro en asentamientos de un pueblo en el estado de Bolívar al sur y lo que comienza como un juego, termina volviéndose una cuestión de supervivencia, de acuerdo con lo dicho por activistas de derechos humanos.
En La Verdad Noticias, damos a conocer este caso que preocupa a las autoridades internacionales, porque estos menores prefieren hacer este trabajo que encontrarse en las aulas de clase.
Conoce a los niños mineros en Venezuela
Estos niños en Venezuela se encuentran en charcos de lodo, y ellos mueven bateas, que son bandejas de madera utilizadas en la minería artesanal, y entre piedras, vidrio y hasta basura, buscan pepitas de oro que se adhieran al mercurio, que es sumamente peligroso para la salud.
Debido a que son niños y cuentan con tamaños pequeños, se meten a agujeros para picar ‘material’, así es como llaman a este metal, y trabajan en cuclillas, sin camisa y arropados por capas de hierro.
«Cuando la tierra es como un chicle, viene ‘el material’. Todo lo que pinta lo metemos en un saco y lo lavamos en el agua, lo que es oro se queda pegado del azogue (mercurio)», explica Martín, uno de los menores cuya identidad cambiaron por seguridad.
Uno de estos niños, quien fue entrevistado, indica que prefiere sacar oro que ir a la escuela, porque su padre le dice que el dinero se encuentra en el trabajo, y también dice que ‘Con lo que ganamos aquí yo me compro mis cositas, zapatos, ropa, algunas veces chucherías’ y la mayoría de estos niños dice que su sueño es ‘ser minueto’
Condiciones de seguridad de los mineros
Carlos Trapani, quien es coordinador general de la ONG Cecodap que defiende los derechos de niños y adolescentes da a conocer que este trabajo infantil en las minas se da bajo las ‘peores condiciones’.
Señaló que hay supuestos explotación, y que ‘han normalizado condiciones en las que los niños están evidentemente en riesgo, no solo riesgos de accidentes, enfermedades endémicas, sino también vulnerables a otras formas de violencia como explotación, abuso sexual».
Un millón de niños trabaja en las minas, de acuerdo con el núcleo en esta región de la privada Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
«Es un tema de supervivencia (…). El entorno familiar se concentra no en impulsar la preparación, la profesionalización, de los chamos (niños), sino en sobrevivir», comenta a la AFP Eumelis Moya, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la UCAB Guayana.
«Yo me he entrevistado con papás (…) que dicen: ‘yo lo prefiero conmigo trabajando que solo en la casa, porque me agarra para la calle y me agarra malas juntas'».
Los activistas y ambientalistas, debido a esta situación, denunciaron un ‘ecocidio’ por la explotación minera que se da al sur de Venezuela, al igual que la presencia de guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes.
«Me ha dado miedo cuando se arman los tiroteos y hay muertos, yo he estado trabajando y pasan cosas así», relata Gustavo, otro niño minero de 11 años.
Las autoridades también reportaron la destrucción de numerosos campamentos ilegales, especialmente en el Parque Nacional Yapacana, que está en el estado Amazonas, donde fallecieron personas en un enfrentamiento entre mineros ilegales y el Ejército.