«Es falso», dice la mujer boliviana acusada de estafar a empresarios en Perú

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Consuelo Estrella Rivera Hoyos es una boliviana acusada de estafar a diferentes hombres empresarios con buenos ingresos económicos en Perú, estos fueron captados por la aplicación de citas Tinder y aparentemente la mujer les pedía dinero para comprar un supuesto lote y un departamento en Santa Cruz, Bolivia. La mujer, a través de una llamada telefónica, negó estas denuncias en su contra.

«Yo voy a hacer toda la entrevista, estoy dispuesta hacer la entrevista porque es mi nombre lo que está en juego con mi abogado a lado, estoy esperando a que llegue mi abogado, lo único que le puedo adelantar de todo lo que se está presentando es totalmente falso», dijo Consuelo a Periodismo Somos Todos.

La mujer de 40 años habría enamorado a un hombre mostrándose como una mujer empresaria de buena posición económica y además se hizo pasara como abogada en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este hombre se enamoró inmediatamente de la mujer y entablaron una relación amorosa, pero al poco tiempo ella le habría pedido un dinero para comprar lotes en Bolivia.

«Me dijo que trabajaba en un organismo internacional. Me invitó a comer a lugares caros, ella asumió los gastos: ‘no, por favor, yo voy a pagar’. (…) Al cabo de un par de semanas ya estuve compartiendo los gastos de la inversión de un lote de 500 metros cuadrados al norte de Santa Cruz, valorizado en unos 150 mil dólares, cuotas de 800 dólares. La plata se la daba a Consuelo», contó Julio Chirinos, víctima de estafa, a Cuarto Poder.

Julio Chirinos es un administrador de empresas, experto en marketing y profesor de posgrado en una reconocida universidad en Lima, Perú. Este hombre conoció a la familia de ella, como también la mujer conoció a la familia de este hombre, lo que hizo que se ganara la confianza de todos.

«Damos la cuota inicial de unos 12 mil dólares y posteriormente pagar las cuotas mensuales de unos 1.500 dólares de un inmueble valorizado en 220 mil dólares. Supuestamente, pagábamos los dos, yo le daba -igual como hacía con el lote- el dinero para que pudiera pagar. Cuando ella regresa jamás le pedí muéstrame los contratos porque vivía acá, conocía a su familia, todo de nosotros. Jamás dudé de ella», añadió.

Julio descubrió que Consuelo no solo salía con él, sino con varios hombres y que aparentemente habría estado en la cárcel por el mismo delito de estafa. «Fue pareja de muchas personas. También descubrí que había estado en la cárcel. Ella fue sentenciada por estafa de la venta de lotes y departamentos en Bolivia (…) Las salidas del departamento nunca fueron para temas laborales, sino para salir con otros hombres. Ella utilizaba Tinder para poder prospectar personas con altos ingresos económicos», explicó.

Germán Caballero otra de las víctimas de Consuelo, fue captado de igual manera que la primera víctima, por la aplicación de citas Tinder, lo enamoró, salió con él y después de unas semanas de salir con este hombre, Consuelo quiso engañarlo con un embarazo que no era de él.

«Me mandó una foto diciendo: ‘esta es mi ecografía’. Gracias a Dios, yo tengo un amigo que es ecógrafo y le digo cuántas semanas tiene esto y me dice entre 10 a 12 semanas. Entonces la llamo y le digo: ‘oye nunca más me vuelvas a llamar, no quiero saber nada más de ti. La foto que me enviaste es de 10 a 12 semanas, esto no es mío'», explicó Caballero.

También estafaba a los familiares de sus víctimas, Isabel fue otra de las víctimas de Consuelo, cuando se casó con su mejor amigo hace más de seis años. Ella se ganó su confianza y le pidió prestado 42.000 dólares, préstamo que aún no fue pagado.

«Inicialmente me dijo (que le prestara) como S/15.000 y después me pidió un poco más. En total me debe S/42.000. Ella sabe perfectamente, porque obviamente es su negocio, sabe que por préstamo no hay cárcel. Prácticamente se desentendió de la deuda», señaló.

Consuelo habría cambiado su aspecto físico en varias ocasiones, según Claudia, otra víctima de la mujer, para despistar a los hombres captados por la aplicación. «Según lo que he visto objetivamente cambió de apariencia, los dientes, el cuerpo, el cabello. Yo creo que para despistar o de repente para hacer sus conquistas vía Tinder».


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