Entre inundaciones y sequía: Francia sufre dos lados del cambio climático

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Sellians, un pueblo al sur de Francia, recibe agua en camiones cisternas, mientras que París y otras ciudades sufren afectaciones por una tormenta.
Francia, al igual que gran parte de Europa occidental, está experimentando uno de los veranos más calurosos de la historia, fruto del cambio climático. El país sufre de una intensa sequía y ha visto como miles de hectáreas de sus bosques perecen ante las llamas.

Mientras esto pasa, París ha tenido que enfrentar las afectaciones de una intensa lluvia el martes, con efectos como la inundación de estaciones del metro. Así es como Francia lidia con dos lados de la crisis climática.

El pueblo que recibe agua de camiones

En Seillans, al sur de Francia, las fuentes de piedra milenarias están vacías y los grifos de las casas sólo se mantienen abiertos —hasta un estricto límite diario— gracias a los camiones cisterna, porque sus manantiales naturales están secos.

Mientras el país, al igual que gran parte de Europa, lucha contra la sequía y las temperaturas récord, los habitantes del pintoresco pueblo, que solían regar los jardines o llenar cacerolas, bañeras y piscinas sin pensarlo, ahora tienen que hacerlo todo de forma muy diferente, explica el alcalde René Hugot.

«Hay algunas nubes de vez en cuando, pero no hay agua, nunca hay agua, ni una gota (de lluvia)», dijo mientras se sentaba junto a una fuente seca. «Nos estamos desesperando un poco porque la situación no mejora… (Así que) todo el mundo ha reducido su consumo de agua”.

Los niveles de uso del agua se comprueban cada semana para garantizar que todos los hogares de Seillans respetan un límite por persona de 150 litros al día.

A los que no lo hacen se les instala un dispositivo en la tubería de suministro que limita la cantidad de agua que sale y la rapidez con la que lo hace, explica Eric Martel, responsable de las instalaciones de suministro de agua de la zona de Fayence, a la que pertenece Seillans.

Para que el agua llegue a la aldea y a otras cercanas, tiene que ser transportada desde zonas en las que los flujos de la red de manantiales que abastecen la región son todavía lo suficientemente fuertes como para permitir su extracción.

La lluvia intensa causa problemas en París

 

Una fuerte tormenta que se abatió la tarde del martes sobre París originó problemas en el tráfico rodado y el transporte público y algunas estaciones de metro tuvieron que ser cerradas o quedaron inundadas, mientras se alerta de intensas lluvias en el sureste de Francia.

Entre las estaciones parisinas afectadas por las trombas de agua estuvieron las de Daumesnil, Alma-Marceau, Quai de la Rapé o Balard, indicó la entidad del transporte metropolitano RATP.

En apenas dos horas, entre las 17:00 y las 19:00 locales, se recogieron casi 46 litros por metro cuadrado en el observatorio de Montsouris, precisó el sitio de información meteorológica en línea Infoclimat.

Estas lluvias torrenciales en París, que se producen en medio de un verano de extrema sequía en la mayor parte de Francia y de Europa occidental, podrían reproducirse en las próximas horas en otras zonas del país, en particular en el sureste, donde los servicios meteorológicos han puesto ocho departamentos en alerta naranja por riesgos de tormentas e inundaciones.

Météo France indicó en un boletín que en los departamentos de Aude, Tarn, Aveyron, Herault, Gard, Vaucluse, Bouches du Rhone y Var las tormentas van a ir acompañadas de una gran actividad eléctrica, granizo y fuertes precipitaciones.

En concreto, podrían caer entre 20 y 50 litros por metro cuadrado en menos de una hora en los departamentos de Aude y Aveyron. En los de Hérault y Gard se podría llegar a 80 litros e incluso se podrían superar los 100 a 130 litros localmente.

La Prefectura (delegación del Gobierno) de Gard recomendó la evacuación con carácter preventivo de los cámpings y otros alojamientos al aire libre.

Un punto positivo de estas lluvias es que están ayudando a aminorar los incendios forestales que afectan al sur del país desde el mes pasado.

La situación «mejoró considerablemente durante la noche» gracias a las precipitaciones, confirmó el teniente coronel Arnaud Mendousse, del servicio regional de bomberos de la Gironda.

«Esto nos da un respiro pero no significa el fin del combate. El terreno está extremadamente seco», añadió Mendousse.

Desde el lunes fueron evacuadas unas 3,000 personas. Alrededor de 400 bomberos de Alemania, Rumanía, Polonia, Austria, Grecia e Italia viajaron a la zona para ayudar a sus colegas franceses

Hace un mes, dos gigantescos incendios calcinaron casi 21.000 hectáreas en esta zona al sur de Burdeos. Según las mediciones satelitales del sistema europeo de información sobre incendios forestales (EFFIS), este año se han quemado en Francia más de 60,000 hectáreas.


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