El 1 de julio pasado fue el día en que se predisponían a ingresar a la parte selvática del Trópico cochabambino, supuestamente, para hallar la localización de unos terrenos. Tres caminantes se dieron a la tarea de entrar a sitios poco conocidos y, tras 11 días de aquel momento, todavía no son rescatados.
Sus familiares, mientras tanto, se envuelven en desesperación, ante la incertidumbre de no saber qué fue lo que les sucedió en el ínterin.
Los tres caminantes consiguieron tomar contacto con sus seres queridos y les confirmaron, vía teléfono, que se encontraban extraviados y se les hacía imposible dejar el lugar. Fue entonces cuando sus familiares decidieron pedirle a ayuda a la Policía del Trópico.
Y si bien en el medio hubo rastrillajes y otras tareas en la zona, lo que vuelve aún más complicado dar con el paradero de los extraviados es que se trata de un sitio de muy difícil acceso.
Ante esta figura, la Gobernación de Cochabamba, mediante su Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), habría tomado conocimiento del hecho el 9 de julio, es decir, una semana después de que emprendieran el recorrido sin final. De aquello dio fe el director de la UGR, Fernando Fernández, en contacto con Unitel.
Esta dependencia dirigió grupos de rescate y ha pedido a Defensa Civil que coadyuve en la búsqueda a través de un operativo aéreo.
Se prevé que esta jornada inicie la operación para, por fin, auxiliar a los caminantes.
Por su lado, considerando que la zona es impenetrable por las quebradas y montes, el personal policial especializado en jungla, junto con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), entró el sábado pasado, en horas de la mañana, a Barros Negros.
Lo que no queda claro es el motivo que llevó a estas tres personas a tomar caminos desconocidos. Se prevé que la Policía brinde mayores informaciones en las siguientes horas.