En Bolivia en los últimos 20 años el empleo industrial perdió participación y aumentó el del sector informal

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Ello demuestra las débiles bases del modelo económico que promueve el Gobierno, que termina favoreciendo el contrabando y el comercio informal por sobre la industria manufacturera, sostiene la fundación Inaset.

En los últimos 20 años el empleo industrial perdió participación con respecto del total de los trabajadores, registrándose por el contrario un importante aumento del sector informal, de la construcción y otros, según un análisis realizado por la fundación Inaset en base a datos del INE.

Al comparar los promedios de estructuras del empleo en el período 2003-2009 con el del período 2011-2017, se observa como cuatro sectores perdieron participación sobre el total: industria manufacturera (bajó 1,1 puntos); agricultura (bajó 4,7 puntos); y empleo doméstico y servicios comunitarios (caída de 0,6 puntos).

En cantidades, entre 2005 y 2017, la población ocupada creció en 1,1 millones de personas y de este total, solo 79.000 se sumaron a trabajos formales, mientras una cifra 10 veces mayor (750.000 personas) se ocuparon en el comercio informal, la construcción, el transporte y en restaurantes y bares, establece el análisis, realizado por Enrique Velazco, director de Inaset.

Ello demuestra, dice Inaset, las débiles bases del modelo económico que promueve el gobierno, que termina favoreciendo el contrabando y el comercio informal por sobre la industria manufacturera.

Por otra parte, los servicios financieros e inmobiliarios aumentaron 130.000 empleados, casi el doble que el industrial; finalmente, a la administración pública (y los servicios sociales) se sumaron 200.000 personas, tres veces más que a la industria, afirma Velazco.

También respecto del empleo, Velazco afirma que en el caso de la minería el que crece está relacionado al cooperativismo. “Por su parte, la desindustrialización de nuestra economía es inocultable”.

Esas críticas fueron realizadas en el marco de las denuncias conocidas contra 61 dirigentes sindicales de YPFB que ganan elevados salarios, pero que, al estar “en comisión”, no asisten a sus fuentes laborales. Algunos de ellos ganan hasta 40.000 bolivianos al mes.

Según Velazco, los datos del registro de comercio muestran que casi el 80% de las unidades productivas en manufactura son microempresas unipersonales o con poco aporte al empleo formal.

Y factores como el contrabando –alentado por las políticas monetarias y fiscales y por la precariedad del empleo– nos han llevado a que las importaciones pasen de ser el equivalente del 38% del consumo de los hogares en 2005 a casi el 60% en 2016. “Ello desplaza a la producción nacional (y al empleo que la producción genera) del mercado interno en favor de las economías vecinas, lo que retroalimenta la precariedad y aumenta el empleo informal, que subió del 60% a fines del período neoliberal a casi el 85% en la actualidad”, agrega.


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