Otras especificaciones de Aerocar
Aerocar es lo más parecido que se ha podido ver cuando se combina un helicóptero y un auto. Aunque sus ruedas son más pequeñas que las de los autos convencionales, hacen un buen trabajo al estacionar el Aerocar y moverlo por secciones donde no puede con sus hélices gigantes.
El mismo motor de 260 caballos de fuerza, capaz de mover las alas de un helicóptero, también se puede utilizar para impulsar las ruedas del automóvil a través de un sistema de accionamiento hidráulico. Por ello, la BBC explica en el vídeo que el Aerocar solo puede alcanzar velocidades de 70,42 km/h, por el riesgo de dañar el sistema de hélices.
Según información BBC, el Aerocar puede alcanzar una altitud de 3.800 metros, trepando 3 metros por segundo. También es capaz de moverse al aire libre con una velocidad máxima de 188 km/h. No está mal para un invento tan temprano.
Conducir el Aerocar parece ser una experiencia diferente a la que cualquier persona pudo realizar para la época. En lugar de utilizar el clásico volante, el auto utilizaba palancas. Esto, junto con su extraño diseño, hace que el Aerocar sea más fácil de maniobrar en el aire que en tierra.
Un punto clave en su diseño son las hélices. Estos se pueden alinear y abrochar con algún tipo de cinturón de seguridad, para evitar accidentes en la carretera. Además de eso, hay una señal de advertencia que les dice a otros conductores que su automóvil no es como otros iguales.
Según la constructora, el Aerocar ha sido diseñado para tener la funcionalidad de un helicóptero, pero a la mitad de precio. Por otro lado, dependiendo de la configuración del auto volador, los usuarios deberían poder transportar entre dos y cinco personas. Como se puede intuir, la invención no tuvo éxito. Solo se construyeron 6 Aerocars y finalmente ingresaron al museo.
Y es que es fácil ver por qué el Aerocar no se convirtió en el siguiente paso evolutivo de los autos. Dos hélices gigantes en mitad de la carretera, además de ser elementos que llaman la atención, también podían entorpecer la conducción en gran medida. Nada más hay que imaginar una flota de Aerocars, con todas las aspas chocando y enredándose en mitad de un atascamiento.