La víctima es una joven profesional que se armó de coraje y asistió a la audiencia en Palmasola, miró de frente a su verdugo y recordó el tatuaje de su brazo, imagen que jamás se le borró de la mente
Ovidio Robles Palachay, el cabecilla de una banda de atracadores y considerado como ‘el terror’ del Mirador de La Guardia, se sometió a un nuevo juicio abreviado y aceptó otros 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el delito de violación agravada.
El veredicto fue aplicado en una audiencia que se desarrolló, el mediodía de éste sábado en el interior de la cárcel de Palmasola, ante el juez Wilson Espada, en presencia del acusado, la fiscal Fanny Alfaro y la abogada de la principal víctima, Jessica Echeverría de la red Ciudadana Contra el Infanticidio y Abuso Sexual Infantil.
Ovidio Robles fue sentenciado por segunda vez, la primera por el delito de asesinato y la última, por violación agravada.
La sentencia de 30 años de presidio es la segunda condena que emite la justicia en contra de Ovidio Robles, la primera le fue impuesta en otro procedimiento abreviado el pasado jueves por el juez cautelar de La Guardia, Rodrigo Vedia, por el delito de asesinato contra del sargento segundo Oliver Mendoza, que fue abatido por un disparo de arma de fuego en la cabeza, por salvar a otra víctima que era asaltada junto a su pareja en la zona del Mirador.
La nueva sentencia por el delito de violación agravada tiene su fundamento en otra triste y dramática historia registrada en el Mirador, hecho registrado en octubre del año pasado. Según las investigaciones y diligencias judiciales expuestas por la fiscal Fianny Alfaro, la agresión sexual se produjo cuando la víctima y su novio van a Mirador a pasear en un auto modelo 2021, de pronto aparece un sujeto con dos armas de fuego, coloca una de éstas en la costilla de la pareja de la joven y lo obliga meterse al maletero.
Robles tras lograr que el novio de su víctima esté encerrado en el maletero, procede a violarla en dos oportunidades mientras le apuntaba con el arma en la cabeza y no conforme con agredirla sexualmente le roba sus celulares, dinero y amenaza al novio para que no se les ocurra denunciar el hecho.
El agresor se jactaba diciendo que él ya había estado en la cárcel de Palmasola, que salió libre y no tenía miedo, incluso bajó del Mirador en el auto con sus víctimas y obligó al enamorado de la joven ir al cajero automático del banco ubicado al frente de la Policía de La Guardia para que retire todo su dinero.
Tras cometer la violación y llevar a sus víctimas a que saquen el dinero del cajero, Ovidio les indica que se llevaría su movilidad porque tenía que viajar a Yapacaní, pero le deja Bs 200 al novio y a su enamorada para su taxi y que después les devolvería la movilidad, dándole hasta su número de celular, un número que finalmente era falso.
El peregrinaje
La joven víctima de violación y su novio, pese a las amenazas de Ovidio empezaron a buscar justicia, fue entonces cuando encuentran a la jurista Jessica Echeverría que acepta el reto de asumir defensa. Sin embargo, para la víctima, el caso no prosperó en nada, ni por la violación agravada ni por el robo del auto, pues éste nunca apareció.
Pese a la falta de resultados, la víctima no desistía y destacó el trabajo de la única fiscal, Fanny Alfaro, que nunca desmayó en sus actuaciones y hasta hoy acumuló un voluminoso expediente con todas las pruebas junto a la abogada Jessica Echeverría. También se destacó el rol del coronel Weimar Ledezma jefe de Diprove, de haber sido otra autoridad que escuchó y ordenó el cambio del investigador del caso para desarrollar investigaciones en busca del auto robado, pero desafortunadamente Ledezma falleció.
Una de las pruebas fundamentales colectadas fue identificar el tatuaje que tenía Ovidio Robles en el brazo derecho de un payaso o tigre. Siendo la imagen que nunca se borró de la mente de la joven víctima.
Durante la audiencia de esta mañana, el sujeto exhibió el tatuaje. La joven víctima se armó de coraje y asistió a la audiencia en la cárcel junto a su novio y con valentía encaró, miró de frente a su verdugo y reconoció el tatuaje.
La fiscal Fanny Alfaro presentó todas las pruebas incluso las dos armas de fuego que en ese momento portaba el sujeto para cometer el delito. El acusado Ovidio Robles reconoció haber cometido el vejamen y aceptó los 30 años de presidio sin derecho a indulto que al final le impuso el juez Wilson Espada.
La abogada Jessica Echeverría lamentó que a pesar de que este caso fue presentado públicamente por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) a principios de octubre, no tuvieron apoyo de la Policía ni de Diprove, ya que aún el auto modelo Volkswagen año 2021 color gris, no ha sido encontrado hasta el día de hoy.
Echeverría lamento que a raíz del asesinato de un Policía, el sargento primero Oliver Ramiro Mendoza Orias, en el Mirador, recién se pudo desbaratar a la banda de violadores y atracadores de vehículos. La jurista aseguró que, tal vez, si las autoridades hubieran puesto más dedicación en busca de justicia de la joven víctima, se habría evitado la muerte del sargento Mendoza.
Sobre el asesinato de Mendoza
El asesinato del Policía en el Mirador de La Guardia, se registró la madrugada del martes, luego de que un grupo de uniformados de inteligencia se trasladaran a la zona en busca de dar con el paradero de sujetos que venían cometiendo una seguidilla de robos agravados y una múltiple violación, es así que los policías se topan con un vehículo en el que desciende Ovidio Robles y con arma en mano arremete en contra de la vida del sargento Mendoza, al verse descubierto que sus posibles víctimas eran varones y Policías.
El hecho derivó a un cruce de fuego entre los otros dos policías que acompañaban al sargento Mendoza, haciendo que los delincuentes huyan por el monte, pero lograron disparar a Ovidio Robles en la pierna, disparo que fue frenado por un celular que éste guardaba en su pantalón.
Ovidio Robles fue capturado junto a otros seis de sus cómplices, pero solo él aceptó ir a juicio abreviado y fue el único sentenciado por la muerte del policía. Cinco de los seis implicados fueron detenidos preventivamente en la cárcel con detención de 180 días, acusados de asesinato en grado de complicidad, organización criminal y otros delitos.
La banda de atracadores era liderada por Ovidio Robles, operaba con indumentaria policial, chalecos, gorras, además de armas de fuego, siendo decomisadas durante su aprehensión , al menos siete armas de diferentes calibres, vehículos y hasta celulares robados.