La nombraron Choquita. Esta cerdita se ganó el corazón de dos personas y decenas de activistas que, sumando esfuerzos, lograron salvarla de un destino fatal: el matadero. Ahora disfruta de una vida plena en el Santuario Esperanza Animal Alba, en el valle alto de Cochabamba.
Con la misión de cambiar el destino de seres increíbles, sin importar la especie, y darles una segunda oportunidad de vivir protegidos, libres de explotación y crueldad como Choquita, Diego De Achá fundó, hace seis años, este espacio que, de una manera sorprendentemente armoniosa acoge y sana con amor a caballos, ovejas, chivos, patos, chanchos, gallinas, canes y gatos.
Desde pequeño, gracias a su padre, fue inculcado con el respeto que merecen los animales y empezó a seguir una vida vegetariana, al igual que su familia. Estos principios lo llevaron a buscar algo que llene su vida de sentido.
Entonces, hace una década, empezó a rescatar a varios “peluditos” víctimas del abandono y el maltrato. Hoy, son más de 60 alegres colitas que lo reciben al ingreso del santuario, ubicado en un terreno familiar en Carcaje. “Vi que se podía, con amor, sanar sus heridas; a veces es difícil, pero te llena el alma”, comentó.
Años después, en Punata, siete vaquitas conquistaron su corazón y con el dinero que tenía en mano tras un trabajo realizado, logró salvarlas. “Hasta ahora no olvido sus caritas, asustadas, sometidas”, recordó.
Grande fue la sorpresa para su padre, Guido Fernando, pero sin dudarlo, lo apoyó. “Todos lo apoyamos para que siga con esto, es una cosa bastante buena, rescatarlos y cuidarlos”, destacó.
Ahora las vaquitas, entre ellas Vacalinda y algunas crías como Toribio, “el toro más mimado”, pasan sus días pasteando libremente. “Mi meta es poder ayudarlos y darles este santuario, que estos animalitos vivan los años que tengan que vivir, tranquilos, y no sufran lo que otros. Aquí llegan y se liberan, es como que empezaran de nuevo”, manifestó.
Los dos últimos rescates fueron los de las cerditas Choca y Rosita. Choca llegó desde La Paz en 2021 gracias a activistas que evitaron su muerte y Rosita fue rescatada de un ataque de perros.
“Aquí están tranquilos, yo creo que se han dado cuenta que han encontrado paz”, añadió. El santuario, autogestionado, busca además concientizar a la población con respecto a los derechos y protección de los animales.
SEPA MÁS
¡Sé voluntario! Nunca está de más una mano
El santuario está abierto a visitas de voluntarios que se animen a cuidar, brindar su tiempo y cambiar la vida de los más de 160 rescatados. También pueden ayudar con alimentos, insumos o donaciones. Ref. 63834804
Activismo y apoyo solidario: La Paz Vegan
Esta organización que busca evitar la explotación animal promoviendo el veganismo apoya con diferentes actividades al santuario y también ayudó en el traslado de la cerdita Choquita.