El parque Ollantay, un “nido” del arte urbano, cumplirá tres años

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El parque urbano Ollantay empezó como un sueño y ahora está por cumplir tres años como un espacio único e innovador de la ciudad. Ahí, a lado del antiguo matadero en el barrio de Villa Coronilla, fluyen las expresiones urbanas de la cultura hip hop, skateboard y parkour.

El hip hop, parte de la cultura urbana, se funda en la música moderna como el rap y se ha expandido por el mundo, en Cochabamba cuenta con grupos que lo promueven. El “skateboard” es un deporte extremo que exige agilidad y destreza con la patineta. El “parkour” es una actividad individual que ejercita movimientos corporales y que también tiene sus seguidores.

Inicios

El parque era un terreno que estaba sin uso, con basura y servía como lavadero de flotas y hasta era inseguro. Hoy el lugar tiene otra cara y  es un “nido” del arte urbano. Además, se complementa con una plazuela y un teatro.

Su construcción fue el resultado de cuatro años de gestiones y de la suma de esfuerzos de activistas culturales y urbanos, la Fundación Imagen, el Taller de Acupuntura Urbana y Laboratorios de la Comunidad Ciudadana Creativa. Todo el proceso estuvo acompañado por el  mARTadero.

“El parque urbano Ollantay nace desde las necesidades de tener un espacio para identificarse”, contó uno de sus impulsores, Silver Churqui Herrera.

Como él varios activistas impulsaron la recuperación de este sitio y la construcción del parque.

Recordó que antes los jóvenes que seguían la cultura hip hop tenían que buscar plazas, como la Cobija y Del Granado, para reunirse. Sin embargo, la policía los desalojaba. “Nos decían este no es lugar para bailar: ¿entonces dónde bailamos?”.

“Lo mismo pasó con el ‘parkour’ que se apoderaba de espacio para prácticas en el centro, en lugares donde tenía las comodidades”, dijo.

De la misma manera a los que practican “skate” o patinaje se los veía practicando en plazas y los vecinos se quejaban porque decían que  destruían la infraestructura.

“En realidad es eso la cultura urbana, apropiarse de espacios que no tienen uso. No teníamos un lugar donde desenvolvernos, siempre nos reprimían y dijimos que necesitábamos un espacio para identificarnos”, explicó.

En 2019 la propuesta se plasmó en el primer parque urbano con el apoyo de la Alcaldía, la OTB Villa Coronilla, los colegios y  la universidad.

Así, en septiembre de 2019, se entregó el parque y desde ese año se realizan festivales al inicio de ese mes.

“Estamos trabajando en una ley para que la Alcaldía  haga el mantenimiento y crear un nido de arte urbano”, adelantó.

“El parque es un sueño cumplido, pero todavía quedan muchas necesidades por cubrir como una buena iluminación en el lugar, limpieza y seguridad”, indicó el coordinador de Interacción Social de mARTadero, José Castro.

Dijo, en una nota de prensa del mARTadero, que la principal necesidad es el tema de la sombra, pues aunque hay espacios verdes alrededor que generan sombra natural, a la mayor parte del espacio público le da el sol.

“Es una lucha de ocho años, han sido cuatro años en los que hemos enseñado que el arte urbano puede tener un espacio, es como tener fe en algo que no existe, pero, justamente, hace tres años se hizo físico el parque”, expresó Silver Churqui.

Mantenimiento y entrenamiento

El espacio necesita un mantenimiento urgente, porque es muy visitado por jóvenes de otros municipios, como Sacaba, Quillacollo y de la zona sur que no tienen este tipo de parques para “skateboard” y “parkour”.

Una de las razones para reunirse en el Ollantay es que tiene las condiciones y medidas para practicar estas disciplinas, porque desde 2024 van a ser deportes olímpicos.

En el parque se entrena, pero también se dictan clases a quienes se interesan por la patineta y tienen habilidades para las acrobacias. Por lo general, las actividades se realizan por las tardes y noches.


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