Y, en el último año, al menos tres jefes de la Fuerza antidroga fueron involucrados con el narcotráfico. Uno es el coronel Maximiliano Dávila, exjefe de la Felcn, hombre fuerte de Evo Morales y requerido por la justicia estadounidense
En los últimos 12 años, la Policía Boliviana se ha visto penetrada por el narcotráfico en sus diferentes niveles hasta involucrar a miembros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), de dependencia directa del Ministerio de Gobierno a través del Viceministerio de Defensa Social.
Y, en el último año, al menos tres jefes de la Fuerza antidroga fueron involucrados con el narcotráfico. Uno es el coronel Maximiliano Dávila, exjefe de la Felcn, hombre fuerte de Evo Morales y requerido por la justicia estadounidense, incluso existe una recompensa de 5 millones de dólares.
A Dávila se lo acusa de proteger a una red de narcotraficantes que colaboraban con una organización que refinaba en Bolivia cocaína producida en países vecinos.
El 7 de abril, la Fiscalía emitió una orden de aprehensión contra el exdirector de la Felcn José María Velasco, tras ser alejado del cargo. Un día después, el 8 de abril, el capitán Iver de Villegas fue aprehendido y dictaron su detención domiciliaria. Ambos, sindicados por encubrimiento al narcotráfico.
Asimismo, la Fiscalía de Cochabamba abrió investigación contra el excomandante nacional de la Umopar Jaime Arancibia y el excomandante en Chapare Erick Yerko Terán.
Recientemente, Velasco, exdirector de la Felcn, y Arancibia, exdirector de Umopar, fueron imputados por los delitos de uso indebido de influencias, resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes e incumplimiento de deberes.
Esto devela el nivel de penetración del narcotráfico en la Felcn.
“La intromisión política en la lucha contra el narcotráfico ha determinado que la institución del orden se vea penetrada por esta actividad ilícita y los grados de corrupción son evidentes e incluso salió a luz de protección del ilícito desde las mismas esferas de la Umopar”, explicó el abogado José Luis Santistevan.
Para el coronel Fernando Mercado, es evidente la penetración del narcotráfico en la institución policial y una muestra de ello es la detención de agentes del orden involucrados con el tráfico de drogas.
“Tenemos desde generales que han sido detenidos en Chile, Estados Unidos; un mayor también en el país del norte”, manifestó.
El abogado Omar Durán indicó que, en este proceso, los narcotraficantes gozan de protección y que lamentablemente no se investigan en profundidad diferentes casos y que los únicos que caen son traficantes menores.
“No se encuentran antecedentes de narcotraficantes grandes, y a los únicos que se conocen son los de baja jerarquía, entre ellos las denominadas mulas; los grandes gozan de protección de diferentes niveles”, dijo.
Involucrados
En este contexto, Mercado, coronel policial en retiro, recordó que se han dado casos en que jefes y oficiales de la Policía fueron dados de baja de la institución por presuntos nexos con el narcotráfico.
“Quiénes han estado involucrados, cómo han salido, muchos han sido dados de baja, pero han retornado, han pedido la restitución de sus grados, su antigüedad. A algunos les han restituido hasta el sueldo, el ajuste de los dos o tres años que han estado fuera de la institución porque la justicia les ha favorecido”, manifestó.
Comandantes
Mercado mencionó que oficiales de la fuerza del orden involucrados con el narcotráfico “han llegado incluso a ser comandantes de la Policía Boliviana”.
“Esta última década es preocupante con lo que está pasando con la Policía. Esa relación, esos vínculos, esas actuaciones de muchos componentes de la Policía Boliviana están involucrados en cosas ilegales como el narcotráfico. Tenemos antecedentes desde que han sido partícipes de organizaciones criminales”, indicó.
Agregó que efectivos del orden involucrados han dejado de lado lo que es la doctrina, la ética y la disciplina.
El narcotráfico está ligado a la política
El abogado José Luis Santistevan asegura que el poder político ha generado una estructura de corrupción en la Policía.
“En el caso específico de la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, ha creado una telaraña de una estructura: uso indebido de influencias, los beneficios en razón del cargo y otros, porque la Policía es manejada enteramente por el poder político”, sostuvo. Agregó que con este hecho beneficia diferentes esferas, toda vez que este sistema, que genera enormes cantidades de dinero y obviamente el narcotráfico que es una forma de enriquecimiento más rápida y mas exorbitante, no está la margen de este proceso.
Una veintena de agentes involucrados con narcos
De acuerdo con investigaciones, desde 2010 se puede advertir la relación de más de una veintena de efectivos policiales con el narcotráfico, entre jefes, oficiales y personal de tropa. Los ilícitos involucran a padres, hijos y otros.
En 2010, el entonces coronel René Navía y su hijo subteniente Julio René Navía Gorena, miembros del verde olivo, fueron detenidos por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) por ser parte de una banda dedicada a la legitimación de ganancias ilícitas.
René Sanabria, máximo responsable de la lucha contra las drogas entre 2007 y 2009, fue detenido en 2011 en Panamá y luego trasladado a Estados Unidos por el delito de narcotráfico.
Esposos
El capitán Fernando Moreira Morón fue investigado por narcotráfico y estuvo casado con Esther Guiguita Arteaga, quien en 2011 fue a la cárcel tras ser procesada por legitimación de ganancias ilícitas vinculada al tráfico de drogas.
En 2015, el jefe del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip) de la ciudad de El Alto, coronel Juan Carlos Tapia Mendoza, por tráfico de cocaína.
Montenegro
Otro escándalo que involucró a efectivos policiales fue el caso de Pedro Montenegro, buscado en Brasil por narcotráfico y que actualmente guarda detención en la vecina nación.
Por ese caso, cayó el coronel Gonzalo Medina Sánchez, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en Santa Cruz.
En abril, ocho miembros de la Felcn fueron implicados en un caso de volteo de una carga de 800 kilos de clorhidrato de cocaína en Beni.