El hombre que la pasada madrugada tiroteó mortalmente a ocho personas e hirió a catorce en Serbia tenía un arsenal en su casa, según ha informado el Gobierno, que va a iniciar cambios legales para reducir la gran cantidad de armas en manos de particulares.
Entre las armas encontradas durante el registro de la casa se cuentan una carabina con óptica, un fusil automático sin número de serie, una pistola, dos silenciadores, un cuchillo de caza, cuatro granadas de mano, y abundante munición de distintos tipos.
El Ministerio del Interior ha informado de que el atacante, un hombre de 21 años, primero mató a cinco personas e hirió a seis en las calles de una aldea, a unos 60 kilómetros de Belgrado, y luego se desplazó a otra localidad, donde disparó mortalmente a otras tres e hirió a ocho.
Tras este segundo tiroteo, obligó a un taxista a llevarle a un pueblo a unos 140 kilómetros de Belgrado, donde fue arrestado tras una enorme despliegue policial en el que participaron más de 600 policías de unidades especiales y varios helicópteros.
Esta agresión ha ocurrido dos días después de que un chico de 13 años matase en un colegio de Belgrado a ocho de sus compañeros y a un guardia de seguridad, e hiriera a una profesora y seis alumnos.
El niño cometió el crimen con una pistola, propiedad de su padre, que tenía licencia para el arma, y al que el menor solía acompañar a prácticas de tiro.
El Gobierno serbio ha anunciado hoy medidas urgentes para limitar el número de armas en manos de particulares después de los dos acontecimientos trágicos.
El propósito es reducir en un 90 %, de 400,000 a 40,000, el número de personas que actualmente tienen permiso de armas, aumentar controles y endurecer los castigos por la posesión ilegal de armas y explosivos.
Hasta ahora, los asesinatos masivos han sido raros en Serbia.