El Guadalquivir ya no es río, sino un botadero de categoría ”D”

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Un informe de la Oficina Técnica para los ríos Bermejo y Pilcomayo, confirmó el colapso de las lagunas de oxidación y la grave contaminación de la cuenca, declaró el Director, Rommel Uño.

 

Un monitoreo sobre el Guadalquivir efectuado por la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Bermejo y Pilcomayo (OTNBP) estableció que este río del valle central dejó de ser tal y se convirtió en un botadero.

“El Guadalquivir dejó de ser un río, lamentablemente es un botadero, este problema tiene que ser de prioridad de la gobernación, de la alcaldía y del gobierno nacional por supuesto”, confirmó el Director de esta oficina, Romer Uño Martínez.

El director además dijo que el informe elaborado por ellos sobre este río, que además plantea la urgente necesidad de construir la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Taria (PTAR) confirmó que la contaminación empeoró.

Empeoró en comparación al informe de la Contraloría elaborado el 2016 sobre este río y su aguda contaminación, “ha empeorado la situación los parámetros están mencionando categoría ‘D’, están empeorando los rangos de contaminación”.

El informe de esta oficina fue presentado hace poco tras coordinación con la Universidad estatal, la Católica, los municipios del valle central, los parámetros de contaminación tienen que llamar la atención sobremanera, dijo.Los focos de contaminación más graves se encuentran en Ancón Chico, El Temporal, El Angosto y El Peregrino, “con categorías del tipo ‘D’ y con parámetros que contienen fosfato, cromo, deben llamar la atención de la población”.

Uño Martínez atribuyó este grado de contaminación del río a la falta de una PTAR, las lagunas de oxidación de San Luis, son obsoletas, han sobrepasado su capacidad, están congestionadas, no hay un tratamiento de las aguas que reciben.

“Es necesario que las autoridades conforme a las competencias constituidas por materia y por territorio, de acuerdo al municipio y al gobierno departamental, puedan de una vez dar solución estructural al problema”, exhortó.

Lo que preocupa es que las aguas se vierten en Ancón Chico, el valle de Calamuchita, en el Temporal empieza el proyecto de riego Calamucha-Cenavit, “nosotros cumplimos en reportar esta situación para que las autoridades puedan resolver el problema”.

LOS DATOS

Se trata de aguas residuales domésticas, industriales, curtiembres que estarían vertiendo sus aguas, de todo eso se saca muestras en sitio y se ve en laboratorio y efectivamente, reportan con niveles muy altos, desproporcionados de contaminación.

De acuerdo a la Ley de Medio Ambiente están en categoría “D” que es una categoría crítica, dijo al indicar que hay cuatro categorías A, B, C y D, esta última es la más grave, su rango de contaminación está muy elevado.


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