Un reciente análisis de la Universidad de Harvard ha puesto de manifiesto que el estrés, lejos de ser una mera incomodidad emocional, podría ser un acelerador del canas.
A través de experimentos realizados en ratones, se observó que la norepinefrina—hormona asociada al estrés—es capaz de agotar las células madre de los folículos pilosos, lo que resulta en un cabello gris.
Un estudios en humanos, como el liderado por el profesor Martin Picard, de la Universidad de Columbia, vincularon eventos estresantes con la aparición de canas en individuos que experimentaron situaciones de mucha tensión.
Al parecer, el encanecimiento comienza normalmente entre los 20 y los 50 años, y cada persona lo experimenta de manera distinta, dependiendo de su herencia genética. Si los padres de una persona comenzaron a encanecer temprano, es probable que ella también lo haga.
Este proceso varía entre hombres y mujeres, ya que los primeros suelen ver sus primeras canas en las sienes y las patillas, mientras que las mujeres las notan primero en la línea frontal del cabello.