La afirmación corresponde a la investigadora Francesca Emanuele, quien contó detalles del affaire del jefe de la OEA y los casos de corrupción en los que está presuntamente implicado.

En diálogo con Piedra, papel y tinta, de LA RAZÓN, relató que parte de la historia de amor de Almagro está registrada en el libro Luis Almagro no pide perdón.

Dijo que ese libro —escrito por los periodistas uruguayos Gonzalo Ferreira y Martóin Natalevich— “menciona con tanta naturalidad” la relación de Almagro y su subordinada.

“Sería descabellado desacreditar esas afirmaciones en tanto que el propio Almagro presentó el libro en las instalaciones de la OEA”, advirtió Emanuele.

Recordó que el libro consigna entrevistas sobre el caso con el mismo Secretario General de la OEA y la implicada en la “relación sentimental”.

Emanuel hizo un parangón entre lo que le pasó al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver- Carone, destituido por favorecer a una asistente con la que mantenía una relación amorosa.

Dijo que la diferencia en el caso de aquél y Almagro es que en el BID “se hizo una investigación independiente” y en la OEA, una “interna”.

Reveló que la investigación está a cargo del inspector general de la OEA, Hugo Eduardo Asensio, nombrado en la gestión del excanciller uruguayo.

Emanuel dijo, no obstante, que “lo más importante del destape” podrá convertirse en “la punta del iceberg de una serie de prácticas corruptas” en la gestión de Almagro.

Citó, por ejemplo, una denuncia de extrabajadores “muy reputados” de la OEA que denunciaron al jefe del organismo “por malversación de fondos”.

Emanuele afirmó que se trata de millones y millones de dólares desviados, además de contrataciones irregulares que la misma Inspectoría de la OEA desestimó.

Contó que en 2016 el Gobierno de Honduras y la OEA firmaron un acuerdo para la instalación de una comisión contra la corrupción en aquel país, pero tropezó con un boicot.

Claudia Benavente y Francesca Emanuele, en la entrevista. Imagen: La Razón