El cultivo de hoja de coca y la producción de cocaína en Colombia alcanzaron cifras récord en 2021

Compartir el artículo:

En 2020 el área sembrada con cocales fue de 143.000 hectáreas, mientras que la producción potencial de cocaína alcanzó las 1.228 toneladas métricas, según las mediciones de la UNODC. El aumento en los cultivos de hoja de coca puso fin a tres años consecutivos de tendencia a la baja.

(Reuters) – El área cultivada con hoja de coca en Colombia subió un 43% en el cierre del 2021 y la producción potencial de cocaína aumentó un 14%, cifras récord en más de dos décadas, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

«El área sembrada aumentó en mayor proporción que la producción potencial», dijo la directora regional de la UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsh, durante la presentación del informe. «Es la cifra más alta en los 22 años de monitoreo».

La funcionaria recomendó al Gobierno de Colombia aumentar la inversión social en las regiones en donde se concentran los cultivos y mejorar las condiciones de seguridad que permitan a las comunidades transitar a economías legales.

«Tuvimos un aumento de hectáreas cultivadas y de producción de cocaína sin precedentes en la historia del país», dijo por su parte el ministro de Justicia, Néstor Osuna, quien aseguró que el incremento se produjo pese a que en los últimos años se erradicaron alrededor de 440.000 hectáreas de cocales.

A pesar de décadas de lucha contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de cocaína y enfrenta la presión de Estados Unidos para reducir los cultivos de hoja de coca y la producción de cocaína.

El presidente Gustavo Petro, quien asumió en agosto como el primer mandatario de izquierda en la historia del país, propuso en septiembre en la Asamblea de las Naciones Unidas acabar con la guerra contra las drogas, a la que calificó como «irracional».

El mandatario planteó desde su campaña regularizar las drogas, impulsar programas voluntarios de sustitución de cultivos de hoja de coca, aumentar la inversión social en las zonas de producción y descartó restablecer la fumigación aérea de los cocales con el químico glifosato.

  • «Si queremos revertir esas cifras, tenemos que hacer algo distinto, algo nuevo», aseguró Osuna quien dijo que la hoja de ruta a seguir es el acuerdo de paz firmado en 2016 con la desmovilizada guerrilla de las FARC que contempla planes de sustitución de cultivos.

El informe sostuvo que el aumento de la producción obedece a la siembra de variedades más productivas, a la asistencia técnica agropecuaria y a la renovación de los cultivos.

El narcotráfico es considerado el combustible que alimenta el conflicto interno armado de casi seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos y millones de desplazados.

Investigaciones de Reuters revelaron que los cárteles mexicanos de la droga al parecer están enviando armas de alto poder a Colombia para pagar los cargamentos de cocaína y participando más estrechamente en la producción de cocaína, pagando a los cocaleros por adelantado sus cosechas e impulsando el cultivo de semillas altamente productivas.

Colombia, con una posición estratégica por estar rodeada por dos océanos, es considerado uno de los mayores productores mundiales de cocaína, actividad en la que están implicados grupos de narcotraficantes, bandas criminales conformadas por exparamilitares de ultraderecha y la guerrilla del ELN, además de disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz.

Las cifras de las Naciones Unidas difieren de las reveladas en julio por la Oficina de la Política Nacional de Control de Drogas (ONDCP) de Estados Unidos que reportó 234.000 hectáreas de hoja de coca y una producción potencial de cocaína de 972 toneladas para el 2021.


Compartir el artículo:
Scroll al inicio