Momento crítico en Perú. El Congreso del país ha aprobado la destitución del hasta ahora presidente, Pedro Castillo, instantes después de que este anunciara la disolución del parlamento y la formación de un gobierno de emergencia nacional. Poco después de su cese oficial, la Fiscalía ha detenido al ya expresidente.
En un intento de escapar de la tercera moción de censura en poco más de un año, Castillo ha comparecido ante la nación para adelantar su intención de gobernar el país a golpe de “decretos-ley” hasta que se conformase otro Congreso. Esto ocurriría en un plazo “nunca mayor” de nueve meses, como había prometido en su intención de adelantar elecciones constituyentes.
Pero su movimiento se ha encontrado con el rechazo frontal de casi todo el arco político, social y militar. Incluida su vicepresidenta, Dina Boluarte, que ha hablado de “golpe de Estado”.
Esta denominación ha recorrido también el Congreso, que de forma muy mayoritaria, por 101 votos a favor y 6 en contra, ha avalado la moción de censura para cesar a Castillo por “incapacidad moral”, como ha justificado el presidente de la Cámara. En su lectura, el legislador ha anunciado que se inicia un proceso exprés de sucesión en favor de la hasta ahora número 2 del ejecutivo, Dina Boluarte.
Antes de eso, y con un temblor evidente en sus manos, Castillo se había dirigido a la nación para anunciar sus medidas a la desesperada para blindar su poder. “En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el Estado de derecho y la democracia, a cuyo efecto se dictan las medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional”, ha expresado.
Nada más pronunciar sus palabras se ha quedado prácticamente solo. Además de la crítica de la vicepresidenta, Castillo ha recibido la dimisión de varios ministros, entre ellos los de Exteriores, Economía, Cultura y Trabajo, junto al embajador ante la OEA.
Desde que venció en las presidenciales de junio de 2021, la inestabilidad ha sido constante en su gobierno, entre numerosas renuncias de ministros, incluido el primer ministro, mociones de la oposición y problemas judiciales entre sombras de corrupción. Actualmente, Castillo tiene abiertas siete investigaciones en la Fiscalía
Denuncia casi unánime de “golpe de Estado”
“Esta decisión configura un golpe de Estado y se aleja de todos los marcos constitucionales”, ha apuntado la legisladora izquierdista Ruth Luque, cuya agrupación ha apoyado habitualmente la permanencia de Castillo en el poder. No ha sido un testimonio en solitario, y así se ha visto en un Congreso que ha aplaudido con fuerza la aplastante victoria del sí en la moción de censura (conocido como vacancia presidencial).
La parlamentaria agregó que la decisión del gobernante “es claramente un golpe al estilo del 92”, en referencia al “autogolpe” que dio en 1992 el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que también disolvió el Congreso.
Casualidades de la vida (o no), Castillo venció en las presidenciales a la hija de este, Keiko Fujimori, quien intentó deslegitimar la victoria del actual presidente calificando de ilegales los resultados.
Protestas sociales inmediatas y toque de queda con anticipación
El anuncio de Castillo también ha levantado la indignación social. Miles de ciudadanos se han echado a las calles para protestar por el cierre del Congreso y la conformación del mencionado ‘gobierno de emergencia’, bajo un fuerte despliegue policial.
Para blindarse ante estas esperadas protestas, Castillo ha precisado también en su discurso que habrá un toque de queda en el país desde las 22.00 horas de este miércoles (hora local) hasta las 4.00 del jueves. El mandatario peruano ha declarado que todos aquellos ciudadanos que posean “armamento” ilegal deberán entregarlo a la Policía Nacional en un plazo máximo de 72 horas.
