El cambio climático supera a la caza furtiva como gran amenaza de la vida salvaje en Kenia

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 El cambio climático ha superado a la caza furtiva como principal amenaza para la vida salvaje en Kenia, según advirtió el director general interino del Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS, en inglés), Erustus Kanga.

En declaraciones que publican este jueves medios locales, Kanga desveló ese cambio de tendencia en la decimotercera edición del Consejo de Gobierno de las Partes para el Acuerdo de Lusaka (que entró en vigor en 1996) sobre cooperación contra al comercio ilegal de fauna y flora silvestres.

«Aunque los programas de lucha contra la caza furtiva han frenado las actividades ilegales dirigidas contra rinocerontes y elefantes, el calentamiento global supone una amenaza sustancial para los animales», afirmó Kanga en esa reunión, que se celebra desde este miércoles y hasta hoy en Nairobi.  

Kenia perdió en la última sequía cerca de 300 elefantes, pero en los últimos tres años no se registró ningún incidente relacionado con la caza furtiva de rinocerontes, según el director del KWS. 

«Hemos suprimido la caza furtiva de rinocerontes y elefantes, pero el cambio climático se perfila como una grave amenaza para la vida salvaje», enfatizó Kanga. 

El Gobierno keniano ideó medidas para hacer frente a este problema, como la ordenación del territorio que habitan esas especies a varios niveles y campañas de concienciación pública, añadió. 

El objetivo de las medidas es alejar a los animales de las zonas residenciales para minimizar los conflictos con los humanos, documentar incidentes y facilitar indemnizaciones a las partes afectadas. 

En el mismo foro, la secretaria principal del Ministerio de Turismo, Vida Silvestre y Patrimonio de Kenia, Silvia Museiya, especificó que su país se compromete a atajar los efectos del clima mediante «estrategias de mitigación, adaptación y resiliencia».

Una de las medidas previstas consiste en un programa de acopio de hierba y rastreo de agua para alimentar a la fauna salvaje durante las estaciones secas. 

«Los esfuerzos para aplicar las recomendaciones sobre corredores migratorios y zonas de dispersión propuestas por el KWS tras estudios recientes, tienen como objetivo permitir el movimiento de la fauna salvaje entre diferentes zonas durante los periodos secos y facilitar su supervivencia», señaló Museiya este miércoles. 

Aunque el cambio climático plantea graves problemas, Kanga indicó que la población de elefantes en el país africano continúa creciendo sustancialmente, con un aumento estimado de 34,000 a 37,000 ejemplares en los últimos dos años. 


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