La representante de Asprofar La Paz Silvia Heredia dijo que los medicamentos siguen subiendo de precio.
En agosto, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 5210, que reduce el arancel a cero, hasta el 31 de diciembre, a la importación de insumos y los principios activos para la producción de medicamentos, vitaminas, antibióticos.
El objetivo de la norma fue mitigar el impacto del aumento de costos de esos insumos en los mercados internacionales, para facilitar así el acceso a fármacos esenciales para la población.
Sin embargo, según la representante de la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias (Asprofar) Silvia Heredia, esa medida no está funcionando.
“Para mi sector, no se ha visto ningún beneficio; este decreto emitido en agosto y que va terminar el 31 de diciembre; pero desde mi punto de vista, en el sector de farmacias privadas no hemos percibido una mejoría. Se supone que con el arancel cero debería mantenerse el costo del medicamento en el mejor de los casos o bajar; pero, al contrario, entre septiembre y octubre el alza de precios ha sido enorme”.
Heredia consideró que en diciembre se debe evaluar el impacto de esa medida y analizar otras opciones para apoyar al sector.
“Me imagino que las autoridades correspondientes evaluarán, nosotros también como sector farmacéutico lo evaluaremos. Esperemos que el Gobierno nos dé una pronta solución, una mejora; viendo esta experiencia con esta situación del arancel cero”.
La representante de Asprofar La Paz se quejó también por el contrabando de medicamentos, otro problema que golpe al sector. Fármacos, sin registro sanitario, ingresan al país ilegalmente y se venden a menor precio.
“Nosotros seguimos insistiendo en más apoyo, somos golpeados con el alza de precios, la industria necesita apoyo”.
Medicamentos
La industria farmacéutica nacional ha crecido de manera significativa en los últimos años y abastece con sus medicamentos en gran medida al mercado público. Los empresarios del sector apuestan e invierten no solo en farmacias unipersonales, sino también en cadenas.
Hasta hace un par de años, según la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Agemed), la distribución y venta minorista de medicamentos en Bolivia es realizada por unas 5.000 farmacias.
Asimismo, la industria farmacéutica boliviana cuenta al menos con 23 empresas que compiten en el mercado, 17 están asociadas a la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) entre laboratorios Vita, Inti, Bagó de Bolivia, Cofar, Alcos, Albus, Valencia, Delta, Febsa, Farcos, Lafar, IFA, Ifarbol, Laqfagal, Praxair y Alfa son parte de la entidad privada.
Apegadas a la política nacional de medicamentos, estas industrias elaboran al menos el 45% de los medicamentos que demandan los establecimientos de salud públicos y de la seguridad social para atender a la población.
En Bolivia, la regulación a la industria del medicamento está a cargo de la Ley del Medicamento y una lista de al menos 50 normas, reglamentos y guías.
La producción de la industria del medicamento está concentrada en la demanda que generan las enfermedades prevalentes en el país (cardiovasculares, respiratorias, coronarias, renales, diabetes). Elabora antinflamatorios, antivirales, cardiológicos, entre otros, en presentación de comprimidos, jarabes y soluciones (sueros).
El sector produce alrededor del 45% de los fármacos que forman parte de la Liname, que las autoridades en salud actualizan y aprueban cada dos años.