Sin pretensiones y casi por accidente, lo que comenzó para la boliviana Yovinca Arredondo como una «terapia» para escribir sus propias emociones se convirtió en una novela que utiliza los emoticones y las redes sociales para contar un «romance virtual» y a pedido del público terminó en una saga que atrae a los jóvenes.
Se trata de «Emoticones vemos, corazones no sabemos», el primer libro de Arredondo que escribió por un compromiso con ella misma para contar un romance a distancia que vivió, como una forma de «cerrar ese capítulo».
Al principio fue un guion que fue puesto en escena y al ver la «revolución» que causó, en especial en los jóvenes, se convirtió, con los años, en un libro.
La autora escribió el libro en una década y decidió utilizar elementos como los emoticones que son tan utilizados en mensajes de texto y en las redes sociales o crear diálogos como si fueran conversaciones en WhatsApp para que vayan acorde a la historia de amor y distancia en tiempos donde el internet y la virtualidad también juegan un rol importante.
«Me di cuenta que los romances virtuales estaban tomando mucho impacto, cuando yo lo viví era un poco descabellado», expresó a EFE la autora que participó en la Feria Internacional del Libro en La Paz.
Arredondo también se dio cuenta que cada vez las nuevas generaciones son más «visuales», que prefieren las redes sociales y que eso les llama la atención, por lo que decidió contar una historia «honesta» con estos nuevos elementos.
La boliviana estaba tranquila con la publicación de su primer libro, no tenía en mente continuar escribiendo esa historia, pero los lectores pensaban lo contrario y empezaron a mandarle mensajes a la autora para que escribiera una segunda parte.
Los mensajes eran de adolescentes y jóvenes de distintas partes del país que le pedían saber más detalles de la historia, luego le comenzaron a escribir de otras naciones haciendo el mismo pedido.
Arredondo optó por escuchar a sus lectores y saber qué detalles de la historia de amor de Lucía que se enamoró de un empresario que viajaba por el mundo querían conocer y luego se puso manos a la obra.
«Es una historia honesta que nunca tuve pretensiones, nunca dije será un best seller, es honesta, sincera y tiene tanto amor que eso han sentido los lectores», comentó la autora.
Luego de tres años publicó la segunda parte «Emoticones vimos, corazones no supimos» que también fue bien recibido por sus lectores que en varias de las ferias en el país, en especial en Santa Cruz, de donde es ella, era uno de los libros más vendidos.
Los lectores querían más, los jóvenes aún le pedían a la autora que la historia de ese amor a distancia que está basado en sus propias experiencias continuara con otro libro más.
«En ningún momento de mi vida estuvo planificado esto», confesó Arredondo que se dedica a la actuación, principalmente.
Así, casi por «accidente» Arredondo publicó este año la tercera parte de esta historia «Bye, bye emoticones, mis viajes para olvidarte» con la cual finalmente cierra la saga que le trajo tantas satisfacciones.
El libro ha llegado a jóvenes de países como Argentina, Perú, Chile, Estados Unidos, entre otros.
Ahora la «lucha» de Arredondo es que sus libros puedan ser impresos en otros países, ya que enviar desde Bolivia sale caro y es una autora independiente