“Estamos viendo la posibilidad de hacer una feria acá (en Alto Milluni) y traer a la población, a estudiantes y organizaciones sociales para que ellos vean cómo está la represa (…) y hacer campañas de concientización y que vean cómo se está deshielando el Huayna Potosí y el Chacaltaya”.
Este miércoles 20 de septiembre, la alcaldesa Eva Copa inspeccionó dos represas que abastecen de agua a la cuidad de El Alto y parte de La Paz; en ese marco, constató que Tuni Condoriri está al 50% de su capacidad y Alto Milluni, al 23%.
Ante ese panorama, la autoridad exhortó a la ciudadanía a tomar conciencia ante una eventual crisis y hacer un uso racional del líquido elemento.
En Tuni Condoriri, “estamos a una capacidad de casi el 50%, por lo que podemos garantizar el agua hasta febrero, tomando en cuenta que las lluvias iniciarán entre octubre y noviembre”, afirmó la autoridad.
En ese marco, explicó que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua; la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS); y la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) están tomando las previsiones correspondientes.
Junto a técnicos de EPSAS, personal especializado del municipio alteño y periodistas, este miércoles, la alcaldesa Copa visitó ambas represas para hacer un diagnóstico de la situación y tomar recaudos, ante eventuales contingencias por falta de agua potable.
Respecto a Alto Milluni, que está al 23% de su capacidad, la Alcaldesa de El Alto afirmó que es importante continuar y reforzar las campañas de concientización a la ciudadanía, para a hacer un uso racional del líquido elemento.
“Estamos viendo la posibilidad de hacer una feria acá (en Alto Milluni) y traer a la población, a estudiantes y organizaciones sociales para que ellos vean cómo está la represa (…) y hacer campañas de concientización y que vean cómo se está deshielando el Huayna Potosí y el Chacaltaya”, anunció la autoridad.
Por su parte, Antonio Limachi autoridad originaria de esa región, destacó la presencia de la alcaldesa a quien expresó su preocupación por las pérdidas económicas en el ámbito la ganadería y la agricultura, que sufren las familias de ese sector por la falta de agua.
“No hay alimento para el ganado y por eso ya no engordan como antes. Lo que vendíamos en 900 bolivianos ahora nos quieren pagar hasta 200 o 100. Incluso queríamos criar truchas, pero ya no se puede por la falta de agua. Somos casi 150 familias afectadas”, lamentó.