Los incendios forestales que cada verano se suceden en California están directa e inequívocamente relacionados con el cambio climático antropogénico -causado por el hombre- según concluyó un equipo internacional de investigadores.
Los científicos han observado que la superficie media quemada entre los años 1996 y 2021 fue cinco veces mayor que la que ardió entre 1971 y 1995.
La investigación -cuyas conclusiones aparecen este lunes en la revista PNAS- ha sido dirigida por el investigador español Marco Turco, del Grupo de Modelización Atmosférica Regional del Departamento de Física de la Universidad de Murcia (sureste), y en la misma han participado expertos de la Universidad de California, de la Universidad de Cantabria (norte), del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore estadounidense, y del Instituto de Salud Global de Barcelona.
En declaraciones a EFE, Marco Turco aseguró que el cambio climático antropogénico aumenta la probabilidad de que se produzcan días propicios para la ignición y que estos incendios se propaguen en áreas donde existen combustibles continuos, y apuntó que esas implicaciones del cambio climático pueden ser también relevantes en lugares como Australia, Portugal, Grecia, España, o en la situación actual en Canadá.
Aunque incidió en la importancia de realizar estudios específicos para comprender por completo los efectos del cambio climático en cada región en particular, Marco Turco señaló que ya se han publicado varios estudios sobre el impacto del cambio climático en los incendios que están sacudiendo Canadá.
Y arrojan una conclusión: «el tiempo meteorológico extremo que favorece los incendios, con calor, sequedad y vientos fuertes, se está volviendo cada vez más común, tanto en California como a nivel mundial».
El trabajo que aparece en la revista PNAS demuestra que el cambio climático provocado por el hombre está impulsando el aumento de la superficie quemada en los bosques de California.
Según los investigadores, el papel que juega la temperatura y la aridez en esos incendios estaba ya demostrada, pero no así la contribución del cambio climático antropogénico en esas catástrofes, y han concluido que casi todo el aumento reciente de esas superficie quemada en verano en los bosques de California se puede atribuir al cambio climático antropogénico.
Han concluido de esa manera que a partir de 2001 el aumento de la superficie quemada en verano es atribuible al cambio climático provocado por el hombre, y alertado también de que en las próximas décadas, entre 2031 y 2050, se podría producir un aumento de la superficie quemada en verano en California de hasta un 52 por ciento con respecto a la superficie media que se quema en la actualidad.
Marco Turco precisó que en California el área quemada por los incendios estivales tiene una relación exponencial con la aridez, y que el «factor limitante» no es la disponibilidad de combustible sino que ese combustible está seco. «A medida que aumenta la aridez, con temperaturas más altas y menos precipitaciones, los incendios se vuelven más extensos».
El investigador de la Universidad de Murcia insistió en que el estudio se centra en los incendios de California, pero también en que los resultados pueden ser extrapolables a otros lugares del mundo donde las condiciones sean similares y en ese sentido se ha referido a la reciente publicación en la revista Nature de un estudio que relaciona los incendios en Canadá -que han teñido de naranja la costa noroeste de Norteamérica- con el cambio climático.
El trabajo publicado en Nature apunta al tiempo caluroso y seco y a la negligencia humana, y señala que aunque son habituales en la costa oeste, la primavera ha sido especialmente seca y calurosa en gran parte del país, y en el este de Canadá las precipitaciones han sido un 50 por ciento inferiores a lo normal, con el mes de mayo más cálido y seco desde que hay registros.
Marco Turco no duda, por lo tanto, en ver similitudes entre estos incendios y los que cada año sacuden California, y ha concluido: «el clima más caliente y seco de lo normal es responsable de estas anomalías, con mucho más incendios de lo normal para esta época del año».