Ayer, el líder cocalero lanzó toda su artillería contra el presidente Arce y los ministros de Justicia y de Gobierno. Lima respondió que son “chismes de cocina”. El ampliado en Santa Cruz terminó en una riña campal.
Acusaciones de Morales
“Me comentaron”, “estamos informados”, son las frases recurrentes que usa Morales cuando apunta al gobierno de Arce. Ayer, en su programa en Kawsachun Coca, afirmó que Arce en los dos últimos años nunca participó de un congreso del MAS, hasta el sábado, pero sí “ha ido a congresos del PS-1 (Partido Socialista 1), a las reuniones del PS-1. “Sólo es cuestión de recordar. Pareciera ser que después de dos años, me comentaron, no le ha ido bien con el PS-1, ahora vuelve. Bienvenido, buen retorno, no estamos enojados de eso, uno puede volver, retornar al MAS-IPSP”, sostuvo.
Además, Morales volvió a criticar el manejo de la economía. “No estamos tan bien económicamente”, dijo y aseguró que los alcaldes van a quejarse ante él porque el gobierno de Arce no financia obras “si no es luchista”, y que es necesario que el presidente Arce cambie su equipo político y jurídico para “mejorar su gestión pública”. Indicó que “el equipo que rodea al Lucho (Luis Arce) lo está destrozando”.
El líder del MAS también insistió con el tema de la unidad y la crisis en su partido. “Algunos se llenan la boca (pidiendo) unidad (…) hablan de unidad cuando desde la Casa Grande del Pueblo vienen (los) renovadores, fuera la vieja rosca, antiguos dirigentes, fuera, los viejitos fuera. Eso no es unidad”, protestó.
Más tarde, mediante su cuenta en Twitter, Morales aseguró que el ministro de Justicia, Iván Lima, busca que lo procesen en el exterior mediante la gente del gobernador Luis Fernando Camacho. “El ministro de Justicia pidió a gente de Camacho en Santa Cruz que nos procesen en el exterior. Como en tiempos de neoliberalismo, soportamos persecuciones y falsas acusaciones. Para ocultar el atentado con dinamitas en los Yungas, nos acusan de usar un auto chuto. ¡Qué falso!”, escribió.
Días atrás, Morales también acusó a Lima de reunirse con el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, y el “fiscal de distrito” de esa región en la que se exigió que se procese al diputado Héctor Arce.
El ministro Lima respondió ayer a Morales y calificó sus acusaciones como “chismes de cocina”, además le pidió que “deje el rumor, el chisme, que deje la mentira y que empiece a actuar con mayor responsabilidad en política”. Además, la autoridad de Gobierno indicó que ni siquiera va a iniciar acciones legales contra Morales porque no quiere hacer perder el tiempo a sus excolegas jueces.
Evo Morales también atacó al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. “Quiero que sepa la militancia del MAS-IPSP que la división es provocada por algunos ministros que no son militantes. Estamos informados. El ministro de Gobierno designó a un mayor de Policía para que nos haga seguimiento. Ojalá no sea para atentar o sembrarnos pruebas”, indicó.
Pelea en congreso del MAS
En la segunda jornada del noveno congreso departamental del MAS en Yapacaní, Santa Cruz, y 24 horas después de los pedidos de unidad que hicieron el presidente Arce y Morales, ayer se desató una pelea campal entre los asistentes entre acusaciones de manipulación y de acarreo de gente. La situación llegó a graves extremos, ya que se realizó una intervención policial. La pelea fue de tres grupos de dirigentes que pugnaban por la presidencia departamental del MAS en ese departamento.
Reynaldo Ezquiel, uno de los más polémicos dirigentes del MAS en Santa Cruz, fue protagonista del conflicto que se registró en Yapacaní. Se agarraron a golpes, lanzaron botellas y sillas. La Policía lo retiró para resguardar su seguridad. Minutos después, Ezequiel dijo que el dirigente Marco Fenández contrató a la Unión Juvenil Cruceñista para generar violencia.
Analistas: Evo es agresivo y débil; Arce va con ventaja
Los analistas Carlos Cordero y Gregorio Lanza afirmaron que el encuentro tenso entre Evo Morales y Luis Arce en un ampliado del MAS sirvió para constatar la confrontación interna de dos líderes por el poder. Pero, mientras el líder cocalero se muestra agresivo y débil por sus constantes acusaciones, Arce no responde, se muestra seguro y sabe que está en una posición de ventaja porque maneja el Estado.
“Arce se ha mostrado impermeable a la crítica que viene del MAS y esa impermeabilidad, ese no hacer caso, es una muestra de que está en una posición de ventaja porque él tiene el respaldo del aparato estatal. Él es el Presidente y Evo Morales es el aspirante”, dijo Cordero. Añadió que la división en el MAS es un hecho evidente y ese conflicto no se va a solucionar hasta que no se resuelva quién será el candidato presidencial del partido: si Evo Morales o Luis Arce. “Mientras tanto, no habrá señales de reconciliación”.
En tanto, el analista Lanza afirmó que tanto Arce como Morales buscan ganar espacios entre la militancia, es por eso que Arce apareció en el congreso del MAS. Este hecho también muestra que la correlación de fuerzas está muy equilibrada, pues ninguno de los dos tiene la posibilidad de mantener su hegemonía, lo que muestra una clara división que terminará en “la ruptura” y dos candidatos diferentes.
“Evo Morales es el que tiene una actitud más agresiva, está a la ofensiva, no tiene el control del aparato estatal, por eso es que en el propio congreso señala que la economía está mal, eso es atacar en el punto neurálgico del valor que tiene el presidente Arce”, afirmó Lanza.