Demanda. En 1985, el Decreto 21060 terminó con la amplia brecha cambiaria y el mercado negro del dólar dejó de existir, por lo menos en las principales ciudades del país
Desde la etapa de la hiperinflación en Bolivia (1983-1985) la brecha cambiaria no había crecido tanto en el país. En 1985, previo a la promulgación del Decreto 21060, el mercado paralelo del dólar estadounidense superaba en más de 15 veces las cotizaciones del mercado oficial. El pasado viernes, la cotización del dólar en el mercado paralelo -en las principales ciudades del país- se encontraba en Bs 7,70 para la venta.
Sumado a esto, desde el inicio de la crisis del dólar, en febrero, los bancos del sistema financiero nacional mantienen el cobro de las comisiones de hasta un 10% por giros al exterior y ciertas restricciones que perjudican a la mayoría de los sectores productivos.
EL DEBER recorrió algunos puntos de venta de dólares en el mercado paralelo y se pudo evidenciar que se pueden encontrar montos pequeños, como en la calle Libertad, en Santa Cruz. En el lugar, un cambista indicó que “no se vende a cualquiera”, sino a clientes conocidos. En las casas de cambio de la calle Bolívar, las pizarras mantienen el tipo de cambio oficial, Bs 6,86 para la compra y Bs 6,96 para la venta, pero en las ventanillas el precio es de Bs 7,70 para la venta al público. Similar situación ocurre en las casas de cambio en el centro de la ciudad de La Paz y Cochabamba, donde algunos usuarios de la moneda norteamericana ya ven con “normalidad” el precio de Bs 7,70.
Para el economista y analista Darío Monasterio, a esta situación podría denominarse una “devaluación de facto” de la moneda boliviana con respecto al dólar, lo que provoca el encarecimiento de las importaciones de bienes de capital, de combustibles y alimentos. “Al tipo de cambio nominal de 6,96 (bolivianos) habría que agregar un precio del dólar mucho más alto por las comisiones (de los bancos) que sube del 2% al 10% y, adicionalmente, ante la falta de dólares en el mercado informal, se lo encuentra hasta en Bs 7,80. Entonces eso significa que tenemos una brecha cambiaria que es generada por el dólar paralelo”, consideró.
Por su parte, el experto en economía, Róger Banegas, lamentó que el contexto cambiario hay a desmejorado en Bolivia, con una Ley del Oro que ha fracasado y no se han encontrado soluciones efectivas en el fortalecimiento de las reservas internacionales netas (RIN), que cuentan con menos divisas y menos oro que antes. “De hecho, si comparamos el nivel de las RIN con la cantidad óptima que debería tener, Bolivia está en peores condiciones que Argentina y prácticamente similar que Venezuela; hay indicadores que respaldan esta valoración”, sostuvo.
Al mismo tiempo, puso en duda la entrega de dólares del Banco Central de Bolivia (BCB) a los bancos del sistema y aseguró que continúan las restricciones de devolución de ahorros en dólares por parte de los bancos a sus clientes que lo demandan. “Esto se ha deteriorado, al punto que entre bancos no están aceptando transferencias en dicha moneda”, indicó Banegas.
En ese sentido, explicó que no conoce normativa al respecto, pero últimamente se ha visto que un cliente que tiene cuentas en dólares en distintos bancos, no puede realizar operaciones interbancarias con esa moneda. Al mismo tiempo, apuntó que otra de las restricciones que alientan el mercado paralelo del dólar son los costos de las comisiones por giros al exterior. “Hay dos costos, el primero es el costo porcentual, que está en función de las posiciones que tiene cada banco, pero el promedio está entre un 9 y 10%. Aparte hay una comisión fija que varía según el banco, que va desde los 1.000 a 1.200 bolivianos”, reveló Banegas.
El economista agregó que para realizar una remesa o un giro internacional, el cliente tiene que llevar sus dólares o tener su cuenta en dólares en el banco. “Por ningún motivo existe la figura de que yo tengo bolivianos, quiero hacer un giro al extranjero y que el banco me venda dólares y aparte me cobre por la transferencia o por el giro. Esas operaciones no existen. ”, aseveró.