Esta semana se cumplieron seis meses desde que el Banco Central de Bolivia (BCB) dejó de publicar sus boletines de Información Estadística Semanal. Ningún gobierno anterior al actual dejó de publicar, aparentemente de manera indefinida como ocurre ahora, esa información.
Esta semana se cumplieron seis meses desde que el BCB dejó de publicar sus boletines de Información Estadística Semanal y que se entregaron puntualmente durante décadas a la opinión pública, recordó en un artículo el economista Juan Antonio Morales.
Esta publicación brindaba un detallado panorama sobre las reservas internacionales y otros indicadores económicos clave, permitiendo a los actores económicos tomar decisiones informadas. Ningún gobierno anterior al actual dejó de publicar, aparentemente de manera indefinida como ocurre ahora, esa información.
La ausencia de estos datos ha dejado un vacío de conocimiento que preocupa a expertos y ciudadanos por igual, considera Morales, que fue presidente del BCB entre 1995 y 2006 y es considerado uno de los economistas más destacados del país. El presidente actual del ente emisor, Edwin Rojas, no ha señalado cuándo se retomará la publicación del boletín.
El boletín, que contenía cifras detalladas sobre las reservas internacionales, datos de crédito, agregados monetarios, precios y tasas de interés, servía como brújula para la evaluación del estado económico y la formulación de pronósticos, recuerda Morales.
“Lamentablemente, hoy en día, estos datos escasean o, en el mejor de los casos, se encuentran dispersos en publicaciones poco sistematizadas y poco transparentes”, asegura el economista.
La columna agrega que “a pesar de los esfuerzos de la autoridad monetaria por proporcionar información, la falta de datos monetarios, de precios y de tasas de interés sigue siendo un problema. Además, la opacidad también ha permeado al sector económico real”.
Morales recuerda que el tan esperado Índice Global de Actividad Económica (IGAE) correspondiente a marzo de 2023 fue dado a conocer recién el 16 de agosto pasado, ocho meses después de lo previsto.
El economista hace un repaso y señala que La demora en la publicación del IGAE encuentra justificación en los resultados poco favorables para el gobierno. Por ejemplo, que el modesto crecimiento interanual del 2,3% en el primer semestre de 2023 queda muy por debajo del ambicioso 4,9% estipulado en el Presupuesto General del Estado. Estas cifras se acentúan cuando se examinan los sectores productivos, donde los resultados son en su mayoría desalentadores.
La industria de los hidrocarburos, dice Morales, ha continuado su declive, registrando un preocupante -2,5%, mientras que el sector de “otros servicios” ha sido el único destacado, con un crecimiento del 5,1%. El panorama del gasto también revela contrastes: mientras el consumo gubernamental creció un 2,1% impulsado por la expansión del empleo público, las exportaciones han experimentado un desplome alarmante del 18,2%.
