El Presidente no improvisa, por lo que todos los mensajes de su discurso son calculados, algo que no gusta al evismo, que cree que se esfuerza en negar la importancia del expresidente en el proceso de cambio
Los discursos de Luis Arce no son espontáneos ni improvisados. Son leídos. Y quien lee lo redactado no ha dejado nada al azar. Los mensajes que se dan son exactamente los que se quieren dar, aunque es verdad que muchas veces apenas lo entiende el asesor de turno al que le ha tocado escribir y su círculo palaciego.
Casi todos los discursos de Arce de un tiempo a esta parte – concretamente desde que se empezó a evidenciar el cisma – tienen por objetivo entroncar la “revolución del Estado Plurinacional” en las luchas por la independencia y contra la opresión oligárquica de la República. Cita todos los héroes habidos y por haber y lo acomoda a la región donde lo está dictando. En Tarija, por ejemplo, no se olvida de nombrar al Moto Méndez o al Tumpa Pire. Al final acaba recordando que “los logros” son producto de la lucha del pueblo y no “de ninguna persona particular”, una frase que repatea el hígado de los más fervientes evistas que siguen defendiendo la teoría del Evo todopoderoso. Pero eso es exactamente lo que quiere decir Luis Arce, porque lee.
Arce ha innovado en el formato. Ya apenas es una sesión de Honor de la Asamblea Plurinacional, porque “las barras” de ministros y movimientos sociales acaban ocupando más espacio que los propios legisladores, que también insisten en convertir cualquier escenario en Estadio, pero sobre todo ha dejado atrás aquellos informes interminables de Evo Morales donde recitaba datos y más datos como si se tratara de un ejercicio de autoafirmación. En este caso no es solo un cambio de formato sino una necesidad, pues los datos no son mejores que los de hace una década.
Con todo, Arce se ha animado esta vez a asegurar que se han mejorado los niveles prepandemia en varios indicadores, como el de pobreza y pobreza extrema, y a señalado que se crece al doble de lo que se creció en 2019. Esto tampoco ha caído bien entre los fervorosos evistas, pero es exactamente lo que Luis Arce quería decir, porque lee.
Lo mismo ha pasado con el momento más polémico del relato, por lo coyuntural. No tenía ninguna necesidad de recordar los problemas con el narco de gobiernos anteriores como el de Luis García Mesa o el de Jaime Paz Zamora, y sin embargo lo ha hecho cuando hace una semana que su ministro de Gobierno y toda su policía no logra encontrar al que era el narco más buscado de América y que llevaba años plácidamente instalado en el país. Era polémico, pero era exactamente lo que quería decir, porque lo llevaba escrito.
Con todo, el punto más señalado ha sido ese concepto de “segunda independencia”, igual escrito, igual meditado, pero con taras. Arce dijo así: “Ustedes, hermanas y hermanos bolivianos, son los legítimos héroes y heroínas de nuestra segunda y definitiva independencia hacia la que avanzamos”, lo que en principio descarta que esa segunda independencia se diera en 2009 con la aprobación de la nueva Constitución y la fundación del Estado Plurinacional, y mucho menos en 2006 con la elección de Evo Morales como a los evistas les gustaría. Arce y sus asesores han coincidido en trazar un paralelismo entre el primer grito libertario de 1809 y la Constitución de 2009, que arrancan un proceso, y el 6 de agosto de 1825 y, se entiende, el de 2025, en el que se culmina.
La pregunta la hacía en voz alta el periodista Andrés Gómez Vela: ¿Arce está tratando de decir que él y Choquehuanca son los nuevos Bolívar y Sucre? Parece ocurrencia, pero estaba escrito.
Contras
Sin duda habrá resaca dura de las palabras de Luis Arce, que ha cambiado el relato y el marco, y ha sondeado opciones narrativas nuevas y arriesgado a la hora de nombrar sin nombrar asuntos como el de la fuga de Marset o las elecciones judiciales, donde no se mojó demasiado más allá de pedir nuevos magistrados.
Por otro lado, se venía haciendo habitual que otros líderes dieran discursos paralelos al del presidente Arce, aunque Carlos Mesa se limitó a un tuit con video en el que exhortó a “renovar nuestro compromiso de lucha por la democracia y la libertad”, mientras que el gobernador cruceño y aparentemente líder de Creemos, Luis Fernando Camacho, mandó otra carta desde el penal de Chonchocoro que fue leída en el acto cívico de Santa Cruz en la que instó nítidamente a la unidad de la oposición antes incluso de considerar si el camino de la reforma es el de la rebelión federalista .
Sin duda la política pierde naturalidad conforme más se escribe sobre las cosas, pero de eso se trata: de que las palabras no se las lleve el viento.
Tarija, con normalidad democrática
En Tarija se vivió con cierta intensidad el 6 de Agosto, en parte porque ha sido la antesala a la Parada Militar que se celebra hoy y que contará con la presencia del presidente del Estado y otras altas autoridades.
En ellas se espera que esté el gobernador Oscar Montes y que tal vez se haya solucionado el problema por la no invitación del alcalde municipal Johnny Torres.
Torres y Montes coincidieron ayer en el palco, donde se mostraron mucho más distendidos que en fechas recientes, por lo que se espera que haya pasado el impase entre ellos. Les acompañó el coordinador Walter Ferrufino ataviado con su habitual chamarra verde.